PorĀ Juan CĆ”rdenas
Twitter:Ā @Desautomatas
La imagen ha ganado la batalla en estos tiempos, sobre cualquier otra forma de mensaje. Audio o palabras no pueden competir, es hasta ridĆculo ver fotos o grĆ”ficos con frases en Pinterest, Instagram o cualquier otra, en vez de leerlas tal cual, escritas.
La imagen es fundamental y por lo mismo el diseƱo tambiĆ©n. Las ganancias de productos y servicios alrededor del mundo en muchos casos estĆ”n soportando sus estrategias en cambios de imagen. En algunos casos agresivos, en otros sĆ³lo rutinarios y convencionales, pero continuos. Saturando al consumidor.
Unos expertos en esto y en muchas otras campaƱas de mercadotecnia y comunicaciĆ³n son las compaƱĆas tabacaleras, quienes venden o distribuyen cigarros alrededor del mundo, bĆ”sicamente son los villanos de la pelĆcula. Su imagen pĆŗblica puede ser de las peores que encontremos en cualquier industria (junto con armas y alcohol). Infinidad de pelĆculas, reportajes o libros han documentado la insensibilidad e incluso abusos o ilegalidades de parte de estas poderosas empresas. Muchos gobiernos, incluido el nuestro, han adoptado polĆticas y leyes a favor del consumo controlado para intentar reducirlo, bĆ”sicamente por cuestiones de costos en sus infraestructuras de salud. A MĆ©xico le cuesta mucho dinero atender a pacientes con problemas derivados por el consumo de cigarro. Sin embargo el negocio es muy bueno y sigue, por lo que todo tipo de estrategias se ven surgir en todo momento para contrarrestar la maquinaria de las tabacaleras.
La campaƱa inglesa The answer is plain (La respuesta es simple) alude a un principio igual de bĆ”sico y si me preguntan a mĆ, muy inteligente. Ellos piden diseƱar las cajetillas de cigarros de forma elemental, con sĆ³lo el mensaje de salud obligatorio de advertencia, la foto de advertencia, y la marca del cigarro. Si diseƱos atractivos ni colores llamativos. Mucho menos artĆstico ni ediciones de lujo, nada que atraiga bĆ”sicamente a nuevos consumidores a mirar una cajetilla de cigarros y probablemente comprarla.
El mejor spot con el que estƔn apoyando esta campaƱa es una belleza y es contundente, poniendo a diferentes niƱos a describir y contar lo que sienten de ver las cajetillas, para al final decirnos que no intentan que quienes fuman dejen de hacerlo, simplemente evitar que muchos otros lleguen a consumir cigarros.
Evidentemente no es algo que a las compaƱĆas tabacaleras les guste, y no es para menos, la campaƱa estĆ” promovida por el Cancer Research UK, una compaƱĆa britĆ”nica dedicada a difundir estudios alrededor de los tipos diferentes de cĆ”ncer y muchas de sus causas, el cigarro como bien sabemos (pero a ningĆŗn fumador le importa) incrementa las posibilidades de varios tipos de cĆ”ncer.
HabrĆ” quien guste apoyar esta campaƱa y quien estĆ© haciendo lo contrario pensando cĆ³mo vender mĆ”s cigarros o atrapar mĆ”s consumidores, y lo mĆ”s curioso de este spot creo que es el doble mensaje, pues quienes entienden el peligro de consumir cigarros quizĆ” se sientan impactados por las reacciones de los niƱos, pero por otro lado, los directores creativos responsables de cada uno de esos empaques estarĆ”n celebrando y podrĆan usar este mismo spot para sus portafolios y como caso de Ć©xito, pues sus objetivos fueron alcanzados.
La campaƱa repito es muy buena, pero como muchas que van contra la industria del cigarro, inocente. Aunque claro, ello no la hace menos valiosa, sĆ³lo que en este caso, su principal herramienta es un arma de doble filo.