Internet ya no sólo es un medio que sirve para interactuar con personas, organizaciones y estar al tato de hechos relevantes, pues se ha convertido en un plataforma de comercio que le brinda al cliente la posibilidad de adquirir productos nacionales e internacionales que, en ocasiones, pueden llegar a tener un precio inferior a un establecimiento fuera del intercambio de bienes en la web.
El comercio electrónico en México tuvo un crecimiento del 34 por ciento entre el año 2013 y el 2015, este dato sigue un patrón que ha ido en ascenso desde el año 2009, informa la Asociación Mexicana de Internet (AMIPCI). Asimismo, datos proyectados por Statista estiman que el e-commerce alcance el 45.5 por ciento de penetración en 2016 y un 46.4 por ciento en 2017.
A pesar de estos datos positivos, el proceso de decisión de compra que lleva el usuario en el tema, contempla el precio del producto, la plataforma en la que lleva a cabo, la confianza y, sobre todo, las revisiones que otro usuarios hacen, las cuales derivan en un término conocido como “social proof” o bien “aprobación social”.
Dicho concepto también se conoce como “influencia social informativa” pues rige el comportamiento –desiciones– de las persona con base en opiniones u acciones que, se cree, son correctas. Con base en esto, el consumidor elige lo que hará ante cierta situación.
Proof social destaca en el comercio electrónico por medio de las revisiones que se le hacen a través de determinado producto en estos sitios, hay que destacar que datos de Google señalan que el 70 por ciento de las personas en Estados Unidos ve los reviews antes de evaluar la compra de un producto.
Las revisiones a productos dentro de la web ayudan a hacer una comparación entre precios, rapidez de entrega, funcionamiento, requerimientos y posibles problemas.