Hoy en día, la igualdad de género ya no debería ser cuestionable. Tanto hombres como mujeres gozan de los mismos derechos. Sin embargo, en el mundo laboral, los hombres siguen abarcando la mayoría de las posiciones altas en las empresas. Y esto impacta la economía global.
Alrededor del mundo, las empresas encabezadas por las mujeres, brindan beneficios económicos de la misma forma que las lideradas por hombres; a través del impulso de la fuerza laboral y las ganancias monetarias. Lejos de convertirse en una guerra laboral, ¿Porqué no unir fuerzas para impulsar la economía?
Por ejemplo, las mujeres que son dueñas de su propio negocio, están generando 31 por ciento más trabajo cada año, si sumamos esta fuerza laboral a la existente, los trabajos seguirán incrementando.
De acuerdo con Las Naciones Unidas, si no existiera desigualdad de género en el ámbito laboral, las mujeres podrían aportar hasta 17 trillones de dólares al Producto Interno Bruto global. Una cifra nada despreciable en el entorno actual.