Hemos escuchado desde hace varios años acerca de la realidad aumentada y todos los beneficios que puede tener pues acerca conocimiento, compra, salud, experiencia, entretenimiento, etcétera, a toda la sociedad.

A continuación les mostraré que no son solo especulaciones, sino que realmente está sucediendo en todas las ramas, la tecnología está a la vuelta de la esquina.

En la educación recientemente se han realizado ferias como SIMO 2017, para que los robots interactúen con niños, se utilicen impresoras 3D, pizarrones digitales, que faciliten el aprendizaje. Incluso en universidades mexicanas un robot ayuda a niños con problemas de lenguaje.

Los celulares ahora son capaces, a través de su cámara, de hacer un modelo 3D de un rostro tan solo con un simple escaneo. Lo que en otro momento tardaría días para poder modelarlo, hoy ya puede suceder y con la finalidad que cada quien lo requiera.

En un futuro cercano hasta podrás apostar en los casinos sin necesidad de acudir, como lo están presentando en las Vegas con REVIGLiOS, una app de realidad aumentada que muestra sus productos en vivo.

Y para quien guste de la cultura, los museos ya hacen sus famosos recorridos virtuales, esto para que quienes no tengan las posibilidades de viajar o incluso personas con alguna discapacidad que les impida moverse, puedan conocer las obras.

El conocimiento de la realidad virtual, dentro de la medicina, es fundamental para las intervenciones quirúrgicas, especialmente para poder reconstruir una articulación o corregir una deformidad. Logrando más precisión en operaciones, menor tiempo y menor riesgo. Un ejemplo es la empresa Scopis con sus gafas donde combinan la realidad aumentada con la realidad virtual. ¿Impresionante, no?

Así pues, sigue siendo tendencia en la publicidad, la forma de comunicar de la empresa IKEA, donde a través de su aplicación puedes escoger los muebles que desees y probarlos para cerciorarte antes de comprarlos.

Con toda esta realidad aumentada, me queda claro que apoya de cierta forma a cualquier sector, solo que quizá, nos quita la capacidad de asombro de conocer las obras artísticas, el acercamiento con las personas, en si, la experiencia de poder tocar, oler, oír y estar presentes en esto que llamamos simplemente realidad.

¿Nos quitará algo de nuestra esencia, la tecnología?