La Real Academia Española (RAE) está regalando los numerosos ejemplares sobrantes de la edición del diccionario en papel del año 2014 y ha puesto en duda la continuidad de publicación de diccionarios en formato físico.
El académico Pedro Álvarez de Miranda reveló hoy que “no se pueden imaginar cómo están los almacenes de Espasa Calpe, llenos de ejemplares que no se han vendido. Hubo un error de cálculo clamoroso y se pensó que se iban a vender más de los que se vendieron, pero la gente prefirió no gastarse los 99 euros en el papel y esperar a la versión digital”.
Durante su intervención en un curso de verano en el Instituto Cervantes, Álvarez de Miranda explicó que la editorial quería incluso destruir esos ejemplares sobrantes, pero que ahora los están regalando a escuelas.
Un portavoz de la RAE ha matizado a Europa Press que estos regalos de los que ha hablado Álvarez de Miranda se tratan de una fórmula de donación con los diccionarios sobrantes a través de operaciones especiales en África y en distintas comunidades autónomas españolas.
La 23ª edición del diccionario en papel de la RAE salió a finales de 2014 a un precio de 99 euros y con una primera tirada de 50 mil ejemplares.
Luego de la transición de diversos medios de impreso a digital, no resulta extraño que la propia RAE cuestione el futuro de la edición en papel, tras la última publicación en 2014. Lo que prevén es que al final la edición impresa tenga una tirada muy corta, para coleccionistas o nostálgicos.
Por el contrario, las consultas en línea a la última edición del Diccionario de la lengua española (DLE) alcanzaron, a finales del año 2017, cerca de 750 millones, con una media de consultas mensuales de 65 millones.
Medios como El País han migrado su información a plataformas digitales; sin embargo, los medios escritos continúan teniendo relevancia en la actualidad, incluso como ideales para la publicidad. Es por ello que del presupuesto de medios las marcas invierten en periódicos 2 mil 119 millones de pesos, mientras en revistas unos mil 184 mdp, cifras que muestran su relevancia. Al final sólo es necesaria una reinvención que se adapte a la era digital.