Parte de la dinámica política ha sido las crisis y los escándalos no de ahora sino de siempre, solo que hoy son mayormente amplificadas por las redes sociales y los portales digitales de todos los medios tradicionales que han dado el salto a la instantaneidad de la información.
Un ejemplo claro de lo anterior, es que el nuevo paradigma de la comunicación (la digitalidad), que llegó con velocidad luz a la era de inteligencia artificial con nuevos menús que van desde el Chat GPT, a los hologramas que permiten hacer campaña sin candidato, son las herramientas que proyectan estas crisis con más reflector y fuerza haciendo que cada día más ciudadanos se involucren en las mismas.
Un nuevo escándalo arriba a las carteleras americanas ya que se ha formalizado la investigación en la Cámara baja que desde hace varios años ha llevado a cabo en contra Hunter Biden, hijo del mandatario americano Joe Biden, mismo se ve afectado pasando del análisis a las votaciones que derivaron en un número clave: doscientos veintiún votos en contra y doscientos doce a favor y así esta instancia ha ordenado una investigación más formal que incluye citaciones para los actores involucrados.
La mayoría republicana en el capitolio liderados por Mike Johnson, logró que los congresistas de su partido unan esfuerzos bajo la presión de Donald Trump, mismo que desea equilibrar las imputaciones de las que ha sido objeto en los últimos meses enfocando la mira hacia la figura de Biden hijo, por la compra y posesión ilegal de un arma cuando era adicto a las drogas y por nueve delitos más del orden fiscal, así como por hacer negocios con China.
El análisis de esta semana se enfoca en el desempeño de las grandes potencias que, debido a crisis endógenas, cambian su agenda y de pronto, se ven envueltos en minicrisis que los posicionan y presentan en el espectro exterio, creando dudas sobre su fortaleza en este caso de EUA frente a otras potencias que le disputan el liderazgo geopolítico como China y Rusia.
De pronto, los grandes temas por resolver, como la terminación de los conflictos en medio oriente o en Ucrania, el abasto del petróleo o el de los alimentos, el cuidado del calentamiento global y la salud mundial, pasan a otro plano para resolver problemáticas intestinas, entre demócratas y republicanos, que les desgastan y descolocan en el mapa.
No existe un gobierno que no tenga crisis, de hecho, una buena parte de la agenda de un país debe contemplar tiempo y recursos a la solución de las mismas, pero lo deseable es que éstas tengan un rápido cauce y no sean merma en la popularidad y resultados del gobierno en turno.
El contexto político interno en EUA pasa por la próxima elección presidencial en donde Biden padre, ha expresado su deseo de reelegirse si es que Trump se presenta de candidato y estos intentos de juicio político le desgastan y restan ánimos para noviembre del 2024, el día D de ambos partidos.
Nos encontraremos más adelante.
Federico Torres López.