En la actualidad, más del 75 por ciento de los talentos jóvenes asegura que está dispuesto a abandonar o no tomar un puesto de trabajo si la empresa no garantiza un ambiente que promueva la diversidad, la equidad y la inclusión (DEI). Este indicador se repite en varias encuestas.

Terapify, la plataforma de terapia psicológica en línea, desarrolló una guía para apoyar a las empresas en el cuidado de la salud mental de los trabajadores. De nombre “Pertene –ser”, busca crear espacios inclusivos en los centros de trabajo.  

Y es que las empresas que propician la inclusión son más creativas e innovadoras. Y esto sucede porque incorporan una multiplicidad de miradas que trae más aristas a la resolución de los problemas. Pero esto no es todo, también tienen mejores ingresos, los colaboradores reportan más altos estándares de bienestar, desean quedarse en la empresa por más tiempo, hay un mayor compromiso por parte de los equipos y se vuelven atractivas para los candidatos. 

Estas empresas no asumen que todos los colaboradores gozan de igualdad de condiciones o de un terreno de juego equitativo. Por lo contrario, reconocen las diferencias y la desigualdad sistémica, y asumen la responsabilidad de ofrecer las mismas oportunidades a todos.  

“Un lugar de trabajo inclusivo hace que todos los colaboradores se sientan valorados. Es capaz de reconocer las diferencias y ver cómo estas contribuyen a la organización y a los resultados empresariales. Es decir, celebra la diversidad”, indica la guía.

La guía propone iniciar el trabajo creando una cultura consciente de los sesgos, que son “las actitudes implícitas que tenemos sobre otras personas o los estereotipos que asociamos a ellas”, definen desde la organización. 

Promover la inclusión no es hacer como si las diferencias no existieran, es reconocer que existen y tomar acciones conscientes para lidiar con ellas. Una vez que se abre la temática, ésta cascadea a toda la estructura y la abarca por completo, desde los procesos de selección hasta la composición del directorio, pasando por políticas de tolerancia cero a la discriminación que pueden incluir tanto capacitaciones como líneas de denuncia, entre otros aspectos. 

El documento deja en claro que todos somos agentes de cambio en materia de inclusión. Las actitudes y acciones de cada uno podrán mejorar o no el día de otras personas. 

“Creemos que la inclusión es un valor fundamental en las organizaciones, y que influye directamente en el bienestar de las personas, de las compañías y de la sociedad toda. Somos responsables de crear entornos en los que todos podamos vivir mejor”, resume.

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