Netflix atraviesa por una situaciĆ³n llena de bemoles. Sin embargo, lo cierto es que su negocio estĆ” entrando en un momento de quiebre del que quizĆ” nadie lo pueda salvar. ĀæEl problema? Una apuesta desmedida por contenido propio y una dependencia clara por los tĆtulos licenciados. Fue justo ahĆ donde la puerca torciĆ³ el rabo.
Para nadie es un secreto que la gran apuesta de Netflix es el contenido original. Los analistas esperan que este aƱo la plataforma invierta 15 mil millones de dĆ³lares en producciones propias.
AĆŗn cuando la plataforma suma grandes Ć©xitos como Roma con la capacidad de convertir una producciĆ³n local en un fenĆ³meno global, la realidad es que poco ha podido hacer la firma para limitar el Ć©xito de sus tĆtulos licenciados.
Un estudio firmado por la consultora 7Park indica que el 80 por ciento de los usuarios de Netflix no consume el contenido original de la compaƱĆa, sino que prefiere series y pelĆculas producidas por cadenas televisivas y estudios cinematogrĆ”ficos.
AsĆ la preferencia de los suscriptores se queda en programas como āThe Officeā y āBreaking Badā, aĆŗn cuando series como āStranger Thingsā, āBlack Mirrorā y āOrange is the New Blackā han logrado ser aclamadas por la crĆtica, convertirse en fenĆ³menos culturales y generar altas expectativas mediĆ”ticas.
Friends y lo que dice sobre el futuro de Netflix
Para muestra basta con reconocer que el sitcom Friends, producido por Warner Bros., fue la serie mĆ”s āmaratoneadaā (āmaratonearā implicaĀ que un usuario ve 4 episodios de la misma serie dentro de un lapso de 24 horas) de 2018, con una participaciĆ³n del 2.36 por ciento.Ā
De hecho, segĆŗn Jumpshot, la serie de Kauffman y Crane representaba a finales del aƱo pasado un 4.13 por ciento del consumo total de Netflix.
Los nĆŗmeros anteriores son un problema serio para la empresa de Los Gatos, California ante el interĆ©s de grandes casas productoras por crear su propio servicio de contenidos on demand.
Siguiendo con el ejemplo de Friends, se especula que 2019 serĆ” el Ćŗltimo aƱo en el que la exitosa serie de los 90ās se mantenga en el portafolio de Netflix, esto aĆŗn cuando dicha compaƱĆa pagĆ³ 100 millones de dĆ³lares por mantener el tĆtulo de los amigos neoyorquinos.
El verdadero problema para la productora de Stranger Things no estĆ” en haber invertido una gran cantidad de recursos en un sĆ³lo tĆtulo licenciado, sino en que la salida de esta producciĆ³n marcarĆa el inicio de una tendencia que Disney comenzĆ³ hace varios aƱos atrĆ”s: las grandes casas productoras comenzaran a limitar la exposiciĆ³n de sus contenidos a Netflix para abanderar su propuesta que competirĆ” con dicha plataforma.
Netflix torciĆ³ el rabo, y Disney lo sabe
De esta manera, en mĆ”s de una ocasiĆ³n hemos visto como cortos tĆtulos desaparecen, mientas que otras licencias se encuentran limitadas a ciertos mercados o a un nĆŗmero limitado de entregas (tal es el caso de Harry Potter) y es justamente la dependencia de estos tĆtulos lo que de manera inminente llevarĆ” a Netflix a ver flaquear su negocio.
Esta premisa gana relevancia si consideramos que, a decir de Jumpshot, mĆ”s de la mitad de los 50 shows mĆ”s populares en la plataforma pertenecĆan el aƱo pasado a compaƱĆas que planean lanzar su propio servicio de streaming, como NBCUniversal, WarnerMedia y Disney.
Todas estas empresas si bien reconocen que Netflix fue pionera en la entrega de contenidos, tambiĆ©n es cierto que con cierta maƱana esperaron a que el mercado fuera creado para llegar con una propuesta renovada y mejorada de la fĆ³rmula que llevĆ³ al servicio de la āNā roja a ser lĆder de entretenimiento.
El gran ganador de este juego podrĆa ser Disney, pronĆ³stico que no sĆ³lo Netflix ha reconocido al cancelar algunas producciones con dicho estudio. Otros grandes como HBO o Warner tambiĆ©n lo saben.
El gran competidor a vencer serĆ” Disney Plus. El nuevo servicio incluirĆ” pelĆculas propias de Disney asĆ como producciones de otros estudios de su propiedad como Marvel o Pixar. En entrevista para el sitio antes mencionado, Bob Iger, CEO de Disney, refiriĆ³ ātenemos el lujo de programar este producto con programas de esas marcas o derivados de esas marcas, (ā¦) lo que obviamente crea una demanda y nos da la capacidad de no estar necesariamente en el juego de volumen, sino de estar en el juego de calidadā.
De tal suerte, se espera que algunos de los tĆtulos que jueguen un papel vital para la promociĆ³n de la plataforma serĆ”n āCaptain Marvel,ā āDumbo,ā āToy Story 4,ā āThe Lion King,ā āFrozen 2ā y las prĆ³ximas entregas de āStar Warsā.
Por otro lado, el precio es otro de los mayores valores agregados mediante el cual intenta venderse esta nueva propuesta. La compaƱĆa ha indicado que, cuando menos en Estados Unidos, el servicio tendrĆ” un costo menor al que ahora mantienen otros grandes como Netflix, plataforma por la que sus suscriptores pagan en Estados Unidos entre 8 y 14 dĆ³lares al mes.
MƔs allƔ de mercadotecnia
Para Netflix el panorama comienza a ser cada vez mĆ”s complicado y aunque sus estrategias de mercadotecnia podrĆan ayudarle a repuntar es cierto que sus esfuerzos en materia de contenidos deberĆ”n ser mĆ”s fuerte para lograr competir con el engagement que muchas producciones de Disney tienen entre el pĆŗblico.
La llegada de sus oficinas a MĆ©xico es parte de una estrategia que apostarĆ” por generar contenidos mĆ”s locales, en donde si bien las series y filmes tendrĆ”n un papel protagĆ³nico, podemos esperar que una apuesta local sobre mĆ”s reality shows sea una realidad en el mediano plazo.
Esto no sĆ³lo podrĆa mejorar sus niveles de conexiĆ³n con la audiencia al convertĆrselos en el centro de cada producciĆ³n, tambiĆ©n podrĆa abrir el espacio para muchas marcas que medianteĀ acciones product placement gocen del alcance de la plataforma.
Sin embargo, todo estĆ” por verse y aĆŗn queda por ver si Mickey Mouse es capaz de igualar la excelente visiĆ³n en marketing que tiene Netflix para conquistar un terreno que para Disney es totalmente nuevo.