Quizá uno de las ejecuciones publicitarias más representativa de toda la historia es Think Different de Apple. Cuando Apple lanzó este eslogan en 1997, vivía un espectacular auge en sus ventas y en el precio de sus acciones. Así, la marca adquirió la percepción de ser innovadora y continuó, en esta línea, con el lanzamiento de los ordenadores multicolor y muchos diseños revolucionarios desde entonces.
El responsable de este éxito publicitario es Ken Segall, creativo de la firma que luego 21 años de haber creado una de las campañas más emblemáticas de la firma, ahora asegura que los anuncios publicitarios no funcionan.
Esto llega aún cuando Apple tiene un valor de marca de 300 mil 595 millones de dólares, según Kantar Millwardbrown, con ingresos hasta su segundo año fiscal de 61 mil 100 millones de dólares, de acuerdo con el reporte de la empresa.
Sin garantizar que lo dicho por Segall sea una realidad, lo cierto es que las anotaciones de este “gurú publicitario” pueden entregar muchas lecciones para el resto de las marcas mismas que vale la pena conocer más cuando vienen de una de las mentes creativos que contribuyó a construir la imagen de la segunda marca más valiosa en todo el mundo.
Un spot no sólo promociona entretiene
Ken Segall afirma que los anuncios actuales de Apple son aburridos. Desde su óptica se han enfocado en tomar un rol mucho más informativo y descriptivo antes que buscar generar esa conexión que mediante el entretenimiento de la audiencia consiguió Think Different.
Un spot no debe ser visto como un simple elemento para comunicar, recordemos que es un elemento que contribuye a la construcción de la experiencia global de marca.
Lo seguro mata la innovación
Para Segall los mensajes de marketing y el contenido publicitario actuales de Apple son el resultado de una gran compañía que va a lo seguro.
Desde su óptica, la marca ha caído en una zona de confort que limita las posibilidades de innovación en la comunicación de la marca.
Conexión emocional más allá de discursos amorosos
Desde la perspectiva de Segall, los anuncios actuales de Apple no son memorables y no crean una conexión emocional con los consumidores. “Deberían estar construyendo una personalidad para el teléfono”, dijo, argumentando que el iPhone debería ser “algo de lo que la gente podría querer formar parte porque supera las características del momento”.
De esta manera no se trata de ejecutar anuncios con carga emocional materializada en historias conmovedoras, sino que estas campañas deben construir el aspecto emocional de cada firma.