La renuncia de la tercera titular que ha tenido la Procuraduría Federal del Consumidor en tres años puede ser un síntoma de debilidad de la institución cuya misión es proteger y promover los derechos de las y los consumidores, dado que, por una razón o por otra, sus principales funcionarios no duran en el cargo. 

El desfile de titulares de la Profeco también puede ser una señal de la prioridad que tiene para el gobierno de una economía basada en el libre mercado, la estabilidad del órgano que debe velar por una relación armónica clave para el sistema: la que hay entre consumidores y mercados.

Hoy nos enteramos de que Lorena Martínez Rodríguez anunció que dejará su cargo como titular de la Profeco el próximo 31 de diciembre para competir por la candidatura del PRI al gobierno de Aguascalientes, y al parecer pasarán días, si no es que semanas hasta que sepamos quién quedará en su lugar. Martínez tiene planeado iniciar su campaña a la gubernatura de su estado a principios de abril. Su paso por la Profeco fue un lapsus entre su papel como alcaldesa de la capital hidrocálida, y su camino a la gubernatura. Duró en la Profeco un año y medio, un tiempo récord durante este sexenio.

Antes de Lorena Martínez estuvo Alfredo Castillo. El señor Castillo fue subprocurador y procurador general de justicia en el Estado de México durante el gobierno de Enrique Peña Nieto. Al comenzar el presente sexenio pasó al ámbito federal como subprocurador de control regional, procedimientos penales y amparo de la PGR, hasta que Peña Nieto lo nombró titular de la Profeco en mayo de 2013, después del escándalo en el que se vio envuelto su predecesor. Ocho meses después, en enero del año pasado, Peña Nieto volvió a requerir de sus servicios, esta vez para colocarlo como Comisionado para la Seguridad y el Desarrollo Integral de Michoacán, un puesto creado para intentar lidiar con la situación de violencia e inestabilidad por la que pasaba dicha entidad. En abril de 2015, rindió protesta como titular de la Comisión Nacional del Deporte.

Castillo había llegado a sustituir a Humberto Benítez, que fue el funcionario con el que la Profeco inauguró el sexenio. Benitez fue cesado del cargo por el escándalo mejor conocido como “Lady Profeco”, en el que su hija, Andrea Benítez, ordenó clausurar un restaurante de la Colonia Roma de la Ciudad de México, luego de que no le asignaran la mesa que ella pedía.

Los consumidores mexicanos iniciaremos el año que viene con nuevo titular en la Profeco, y sólo el tiempo dirá si se tratará de otro (u otra) que está de paso entre roles políticos, o se tratará de una persona comprometida con la vocación de dicha institución.