Al considerar que la mercadotecnia no es sólo una disciplina que cambia constantemente de acuerdo con las tendencias sociales, ésta también incluye una serie de tácticas que engloban formas de hacer las cosas que, en ocasiones, van dirigidas al consumidor final. Un ejemplo de esto es le mercadotecnia social y la comercial.
De acuerdo con el Diccionario de Mercadotecnia de Luis Leseur, la mercadotecnia social es el término más reciente de esta disciplina que surge de una toma de conciencia que vas más allá del fin económico. Asimismo, Kotler la define como el uso de técnicas que tiene como objetivo que la gente acepte, rechace, modifique y abandone determinado comportamiento con el fin de que la sociedad tenga un beneficio.
Hay que recordar que existe una tendencia en enfocar estrategias y anuncios publicitarios más apegados a las necesidades del ser humano, por lo cual resaltan la importancia que su compra y consumo tiene para la propia persona o bien, para la sociedad. Ejemplo de esto son los productos para dejar de fumar que benefician la salud y promueven un mejor ambiente que no dañe a las personas cercanas. Otro gran ejemplo es el del Servicio Nacional de Salud del Reino Unido cuando inició una campaña de dos semanas para promover la donación de órganos a través de la app Tinder.
Por su parte, la Universidad de las Américas de Puebla señala que la mercadotecnia comercia se centra en la detección de necesidades que no han tenido una solución inoportuna que, en caso de identificarse, le proveen de buenos ingresos a la firma comercial. Este tipo de táctica tiene como fin lograr beneficios a la compañía por medio de la satisfacción a necesidades.
Ejemplos de ella son estrategias que llegan a mejorar o innovar la forma en la que hacemos determinadas actividades, o bien, productos que buscan brindar un bien a determinada parte del cuerpo, como por ejemplo Pantene con su shampoo que promete dejar el cabello más brillante y resistente.