Voy tocar un tema muy complejo y lo sĂ©. Aun asĂ, es indispensable hablarlo y dialogarlo porque tiene mucho sentido comĂşn con el materialismo, la mercadotecnia, la comunicaciĂłn, el comercio, la identidad, la sociologĂa digital y la sociedad en general que es universo en donde se ven las transacciones diario. Estoy en un dilema, porque a decir verdad no sĂ© de quĂ© lado estoy. Esto no me preocupa porque el pensamiento de un hombre postmoderno es este, aquĂ está, dentro de la indefiniciĂłn, el vacĂo y cierta incertidumbre. Hasta cierto punto se entiende porque es un espejo reflejo de nuestra era del vacĂo.
Aquà va la pregunta de preguntas: ¿El body positive es una forma de disfrazar la pandemia de obesidad que vivimos aquà en México? Una tribu de audiencias lo ve como un gran problema de salud y el otro segmento lo atrapa como un ataque al cuerpo de los otros. Usamos la palabra godo o gorda como insulto o por el otro lado, usamos eufemismos para no usar la palabra gordo o gorda, cuando la palabra y su acepción no es ofensiva, en realidad, pero la usamos como un insulto o en tono de burla. Sé que es un tema complejo, pero es saludable hablarlo y más entre agentes de la comunicación y mercadotecnia. Sin miedo a que me cancelen los unos o los otros.
Todo esto aparece en mi mente hoy porque leĂ un texto en El PaĂs, MĂ©xico que denuncia, sĂ denuncia una epidemia de obesidad en MĂ©xico, con datos duros de estudios de la Universidad Nacional AutĂłnoma de MĂ©xico, que previene que el 75% de la poblaciĂłn en MĂ©xico tiene kilos y triglicĂ©ridos de más. Lo denuncia como una enfermedad creciente que costará millones al sector salud y que pagaremos todos con nuestros impuestos. SegĂşn sus estadĂsticas, las mujeres comen más calorĂas que los hombres y durante la menopausia cuando bajan considerablemente los niveles de estrĂłgeno. Convirtiendo a los triglicĂ©ridos en asesinos silenciosos y provocadores de una diabetes. Los triglicĂ©ridos son ácidos grasos que trabajan cuando nuestro cuerpo tiene las calorĂas suficientes y empieza a almacenar grasa en partes especĂficas del cuerpo de la mujer o el hombre.
¿Quién tiene la razón?
Todos y nadie a la vez. Bienvenidos a la postmodernidad y la posverdad, en donde la verdad es mentira y la mentira se vuelve verdad. En segundos que deslizamos un feed. Los mĂ©dicos y más conservadores me dicen que la gordofobia no existe, que es una palabra inventada para re victimizar a las personas enfermas de obesidad extrema. Dicen por aquĂ, en los listeners digitales que tengo, que el Body Posotive es un complot o conspiraciĂłn para permitir la epidemia de obesidad y que sigamos comprando calorĂas. Que coleccionemos cada dĂa más calorĂas, en lugar de alegrĂas. Que este tipo de campañas, son mensajes velados para seguir consumiendo, sin preocuparnos de la salud y de los efectos secundarios de comer más calorĂas de las que necesita tu cuerpo.
Yo me siento en el medio. Respetemos los cuerpos de los demás, pero al mismo tiempo, revisemos nuestro tempo que es el cuerpo. La identidad es la salida a estos temas tan controvertidos. Eres las preguntas que te haces todos los dĂas. Tienes que caerte bien y gustarte con tus defectos que son más que cualidades. Aceptarte. Nadie se va a aceptar mejor si no sabe en realidad quiĂ©n es y de donde viene. Está bien aceptar que muchas de las instituciones del siglo 20 ya no funcionan bien en el siglo 21. Denunciar que no nos sentimos aceptados y mantener con fuerza los vĂnculos más valiosos en nuestra vida para no quedarnos solos. Y este es el reto de las marcas, la comunicaciĂłn y la mercadotecnia del siglo 21. Entender con empatĂa, escuchar a las audiencias actuales, infiltrarse y filtrar mensajes valiosos para sus clientes, sin importar su cuerpo o cosificarlos. Llegar a la mente. Es el gran reto, que nos hará felices y rentables.