Un estudio compartido por la Coalición por el Acceso a la Cultura, en 2017, reveló que alrededor del 80 por ciento de la población mayor a los 18 años gastó 900 millones de pesos en la compra de productos pirata.
Sin embargo, hay manera de justificarlo y para el actor mexicano Damián Alcázar “a veces es válido” consumir este tipo de productos y más cuando tus finanzas no te permiten comprar el original.
Durante una plática con medios de comunicación dentro del Festival Internacional de Cine de Guanajuato (GIFF), el actor mexicano enfatizó que para que personas como obreros y campesinos “tengan la oportunidad de ver cintas buenas, pero que no tienen el dinero para ir a un cine comercial o mucho menos para llevar a su familia; pero sí, es un tema delicado de manejar”.
De acuerdo con un reporte del diario El Financiero, Alcázar expuso que una alternativa para cubrir la carencia puede ser la construcción de cinétecas en cada entidad del país.
“Si la Cineteca Nacional conjunta a la mayoría de los jóvenes ávidos de ver buen cine, pues ¿por qué no una cineteca con cuatro salas, no más, en cada una de las ciudades de más de un millón de habitantes, se puede perfectamente. Entonces no es sólo pedirle al nuevo gobierno, que tiene otras prioridades más urgentes, sino también a la iniciativa privada a que se pueda crear una muy buena cineteca”, dijo.
El consumo de piratería equivale a 3 mil 034 millones de pesos en Impuesto al Valor Agregado (IVA), que implica una población de casi 42 millones de personas que adquirieron películas, software, fotografías, pinturas, esculturas y libros tanto físicos como digitales pirata.
Según la Encuesta para la Medición de la Piratería en México, cerca de 36.3 millones de personas (70.5 por ciento) consume piratería física, en tanto que 26 millones (72 por ciento) digital.
De los consumidores de piratería física, se estimó que 1.8 millones desconocía que era un producto pirata; y en lo que respecta a la piratería digital, se estimó que 2.7 millones de mexicanos compraron productos de este tipo sin saber que lo eran.
En el caso de la música, se estima que en los últimos 12 meses, 37.5 millones de mexicanos, es decir 72.7 por ciento, adquirieron música física o digital de manera ilegal.
La encuesta destacó que los consumidores de música pirata en formato físico equivale en la 93.5 por ciento del total de consumidores mexicanos de música, y sólo 4.2 millones de mexicanos, equivalente al 10 por ciento, adquirieron música original.
En lo que se refiere a la industria cinematográfica, se estima que 34.8 millones de personas o 67.5 por ciento de los mexicanos adquirieron películas apócrifas.
Mientras que para la industria del software, el análisis calculó que 4.8 millones de mexicanos (51 por ciento) de los consumidores obtuvieron algún programa pirata, contra 4.6 millones de mexicanos (49 por ciento) que compraron software original.
En el rubro de fotografía 3.4 millones de mexicanos adquirieron una fotografía física o digital de manera ilegal; en contraste con los 9.7 millones de consumidores de fotografías originales, equivalente a 74 por ciento.
En cuanto a libros, el estudio señaló que nueve millones de mexicanos consumieron durante 2016 obras de manera legal, de estos, 6.8 millones (44 por ciento) de los consumidores de libros físicos compró uno apócrifo, con un gasto promedio de 124.25 pesos.
En tanto que cuatro millones de consumidores de libros descargaron ediciones piratas en dos ocasiones promedio por año, y para 78 por ciento de dichos consumidores estos libros fueron adquiridos gratis.
Finalmente, un millón de mexicanos adquirió una escultura pirata y 1.5 millones consumió esculturas originales, lo que implica 60 por ciento de los compradores de esculturas.