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Las palabras exploran los caminos de múltiples soportes y productos para el desarrollo de discursos.
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La extensión de un texto dentro de algún mensaje o producto publicitario se adapta a las necesidades del espacio que hay disponible.
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Las palabras exploran diferentes formatos y otras herramientas para construir discursos publicitarios de valor.
Las palabras no se limitan a los espacios impresos o a los que representan en exclusiva la lectura de contenidos, sino que se integran también a los lenguajes audiovisuales y digitales.
Así, las palabras exploran los caminos de múltiples soportes y productos y se han desarrollado con un espíritu de profunda transformación en las maneras de mostrarse en contenidos de índole múltiple y para cumplir con el objetivo de impulsar la imagen de las marcas.
Los diálogos, las prosas o los versos se convierten en formatos necesarios para el marketing y van más allá de jingles, eslóganes, guiones de anuncios comerciales, crónicas, espacios de promoción y otros productos que transitan por el terreno digital.
Por sus características y cualidades particulares la palabra conforma una parte esencial de los productos de marketing y representan quizás el insumo principal de la creatividad. Así, es posible integrar un discurso a las plataformas web con un éxito relevante y ello se debe a sus cualidades de comunicación siempre potenciadas.
Un discurso sintético y efectivo se conforma de palabras cuyo significado le da sentido a los mensajes y gran parte del éxito de alguna campaña, un eslogan o o un cartel publicitario -por citar ejemplos concretos- radica en su efectividad para sintetizar a través de un breve discurso las palabras precisas, las cuales se aderezan de otros recursos, como las imágenes el sonido, el movimiento y otro tipo de lenguajes.
La extensión de un texto dentro de algún mensaje o producto publicitario se adapta a las necesidades del espacio que hay disponible y junto los demás recursos genera conceptos muy puntuales.
Dichos recursos -imágenes, música, cualidades digitales o impacto sensorial, entre otros describen ideas muy puntuales a través de otros lenguajes que enriquecen a las palabras y otros formatos que, en el caso del marketing la publicidad, debe caracterizarse por su consistencia conceptual.
Para el consumidor, la palabra resulta ser un elemento fundamental muy efectivo que le proporciona enseñanzas y aprendizaje, que puede ser capaz de orientarle acerca de temas de interés común y informarle sobre hechos relevante de una manera sencilla y sin contratiempos.
La dificultad de un discurso publicitario radica, por otra parte, en la integración de la palabra con otros lenguajes y formas para la elaboración de diferentes productos y esfuerzo sintético recae capaz de desarrollarse en múltiples formatos.
El marketing y el uso inteligente de la palabra y el discurso involucra el trabajo conjunto creativo de redactores, publicistas, meradólogos, sociólogos, comunicólogos, diseñadores y muchos otros profesionales que en muchas ocasiones cargan con la completa responsabilidad de elaborar productos de calidad a fuerza de desarrollar sus propias habilidades para trazar un discurso consistente por medio de la palabra.