@morawar

Continuaré con el tema de la columna anterior y aprovechemos que mucha gente, hasta la que habla del espectáculo y la nota casposa, perdón, rosa, se está interesando en la economía de México, sobre todo por la desatinada mención pagada de popular conductora de un programa de revista mañanero (que ella no tiene la culpa de lo que dijo, la culpa la tienen los que la quieren como vocera para todo, desde un shampoo hasta cualquier tema que quiera ser “aterrizado en la gente común” por alguna dependencia de gobierno, con una visión muy corta para gastar, y no invertir, sus recursos de comunicación social, a lo bestia nomás. Pero bueno, eso es para escribir mucho más y en otro momento).

Nos estamos dando cuenta que este año está empezando complicado, algo que es evidente en las empresas, en todos los medios, y en los bolsillos de la gente. Por ello es importante reconocer que en estos tiempos de crisis también hay momentos de oportunidad que debemos reconocer.

Las marcas y empresas, como ya lo están haciendo hace tiempo, saben que no se pueden esperar sentados a que llegue el consumidor/usuario y deben dejar que haya una participación más cercana con el cliente. Salir de su zona de confort y ponerse al nivel de las personas que pueden interactuar con ellos.

Una forma en la que estamos interactuando los consumidores latinoamericanos es a través de las redes sociales. A cualquier hora, en cualquier momento y lugar se puede tener esa interacción con la marca. Y esa interacción tiene que ver mucho con la participación que se le permita dar a la gente. Que sea una participación activa, entretenida y que le deje algo importante al consumidor. No necesariamente algo que lleve a la compra del producto. Puede ser una buena presencia de imagen de la marca, si se habla de cuestiones sociales o de medio ambiente, en la que pueda participar ese consumidor y que a corto plazo puede generar una buena opinión de parte de la gente.

No todo es dinero conseguido a partir de la compra inmediata. Hay que mostrarse también como una empresa que sabe que no toda la gente lo está pasando bien, y un poco de solidaridad no le hace mal a nadie.

Y aprovechando una tendencia que hay en el mercado actual, en la que surgen muchas pequeñas y medianas empresas y donde se promueve que las personas generen sus propios negocios, esto también es una oportunidad. La Organización Internacional del Trabajo señala que tan solo en Latinoamérica y el Caribe hay 100 millones de micro y pequeñas empresas, siendo de vital importancia, no solamente por la generación de empleos, sino porque se satisface mejor al consumidor al identificar sus necesidades de una manera cada vez más precisa al ofrecerles más productos y servicios “a la medida”.

En resumen, hay que abrir los ojos para las oportunidades que se presentan y las tendencias que se generan a partir del momento de crisis presente a nivel internacional.

Consideremos:

1.- A partir de las crisis que se dan en otros países, y que afectan al nuestro, ya que no estamos aislados, no siempre se aceptan las grandes marcas trasnacionales, así que las locales tienen un momento de oportunidad importante para salir a la luz.

2.- El consumidor/usuario y las empresas y sus marcas saben que pueden ser parte de la solución y no del problema, así que la participación activa entre ellos es importante. No son dos entes ajenos y el convivir en momentos difíciles ayuda a todos. Produzco, como empresa, algo que vaya directo al beneficio del consumidor, por lo tanto confían en mi marca, me compran y permanezco. Y si aparte abro un canal de comunicación y participación con el consumidor, para que todos trabajemos en los temas sociales y de sustentabilidad que nos afectan, cerramos el círculo.

3.- Frente a un consumidor cada vez mejor informado y exigente (el famoso Prosumer) hay oportunidades de negocio para llegarle de una manera más eficiente y efectiva. El mismo público te dice el qué, cómo, cuándo y dónde. Hay que aprovechar esa información para no desperdiciar recursos en producir algo que no quieren o que no necesitan y darlo a conocer por los medios adecuados. Menos dinero y mejor usado. Economía a final de cuentas.

4.- Es muy importante que, debido a la crisis se abren nuevos mercados y segmentos. Hay que saber llegar a ellos una vez que se identifiquen. Con las “antenitas de vinil” preparadas, porque todo se está moviendo a gran velocidad y se puede ir una buena oportunidad de negocio que otra marca puede aprovechar.

5.- Y, finalmente, hay que hacerle la vida más sencilla al consumidor, reduciendo sus tiempos de respuesta y espera de parte de la marca. Hay que usar todos los recursos posibles para que el público tenga a la mano la información de lo que le ofrece nuestro producto y que acceda más rápidamente. Ya tiene suficientes problemas (los que tenga) como para hacerle difícil el camino a nuestra marca.

Entonces, mientras siguen cayendo nuestros barriles de petróleo, subiendo los dólares y apareciendo menciones inútiles de que en México no pasa nada, hay que ver la realidad, prepararnos y adaptarnos para encontrar la oportunidad. Ya veremos.