Santiago, Chile.- Ante tanta competencia, parece que todos los recursos creativos se hacen pocos para hacer publicidad. Sin embargo, la importancia que reviste la mujer en la toma de decisiones a la hora de comprar, exige una presencia constante en comerciales que, en teoría ni siquiera son necesariamente dirigidos a nosotras. Ya sea en serio o en broma, la omnipresencia femenina es una necesidad.
Es así como, si analizas cualquier pieza publicitaria, encontrarás que nuestra imagen está latente. Ahí estamos, en los comerciales de aromas masculinos, en los de automóviles, en los avisos de entretención infantil y en un largo etcétera que siempre nos alcanza por rebase y que al final se convierte en el gancho para que la marca tenga viabilidad en el hogar.
Compartimos contigo un par de ejemplos.
El primero, es un comercial para el yogurt Next Linaza un producto supuestamente orientado a la mujer (¿ellos nunca tienen ese problema?) en el que existe una especie de sensualidad latente, por la presencia del actor Gonzalo Valenzuela y que justifica el comentario doble de la protagonista con respecto a “lo nuevo de Next, es espectacular”. Luego, la figura terminará diciendo, de manera insólita, “palabra de mujer”, el slogan usado por la marca para su producto, en otros avisos.
En otro ámbito, un poco más freak, otro Gonzalo, promociona las bondades de cambiarse a Virgin Mobile, caracterizado como las presidenciables. Haciendo uso de la irreverencia de la marca, destaca las supuestas características de las candidatas, para luego aparecer de la nada descalificando a ambas con la frase “la única diferencia es que esta promesa sí es de verdad”. Este comercial es la saga de otro en el que el personaje termina diciendo “palabra de hombre” y recibiendo una extraña mirada de un lote de machos.
“Palabra de mujer”. ¿Se repite la frase a propósito, a modo de ironía, con dos “Gonzalos “ tan diferentes? No está claro. Pero con una salida en fecha similar a la luz pública, ambos videos tienen más de 100 mil visitas en un par de semanas.
Diferentes productos, diferentes orientaciones, pero el recurso tras la admiración de sensualidad masculina, en el primer caso y el humor en el segundo, es el mismo: la imagen y el poder de la mujer.