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La tasa de desocupación en América Latina de 2019, antes de la crisis sanitaria por Covid-19, fue de 8%.
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Trabajadores informales tienen entre tres y cuatro veces más probabilidades de ser pobres que los formales.
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El informe, que se elabora anualmente desde hace 30 años, también muestra resultados en brecha de género.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) presentó el informe “Panorama Laboral de América Latina y el Caribe 2022”, donde destaca el avance de la empleabilidad en Latam y su preocupación un 2023 marcado por la insuficiencia salarial, la informalidad y ofertas de empleo de baja calidad,
De acuerdo con el último informe, a finales de 2022 la tasa de desocupación regional promedio fue de 7.2 por ciento, “significativamente menor” que antes de que explotara la crisis sanitaria a nivel mundial; no obstante, aunque esto representa una buena noticia, expertos consideran que la desaceleración económica actual podría generar un estancamiento en los progresos.
Esto, dice el informe, debido a un dinamismo pronosticado en la economía de este año que podría llegar a afectar negativamente a la generación de nuevos empleos, lo que haría que se registren más variaciones en la desocupación y se alcancen niveles de entre 7.2 y 7.5 por ciento.
La OIT alerta por empleos de baja calidad en Latam 2023
La directora regional de la OIT, Claudia Coenjaerts, hace un análisis importante en el estudio de la organización, en el que la recuperación laboral es elogiada, pero también señalada, pues considera que este avance ha sido fuertemente traccionado con el aumento de ocupaciones informales, que representaron entre 40 y 80 por ciento de los empleos generados en Latam.
No obstante, aunque en la región fueron los últimos meses del año los que sí llegaron a reflejar una tendencia a favor de los empleos formales, a nivel regional esta tasa logró llegar al 50 por ciento, apenas a niveles pre pandemia.
“La realidad es que una de cada dos personas trabaja en la informalidad, que suele estar acompañada inestabilidad laboral, bajos ingresos, sin protección social”, dice la experta.
En cuanto a seguridad laboral, esrtimaciones de la OIT aseguran que los trabajadores informales podrían explicar entre el 70 y 90 por ciento de la pobreza laboral en Latam, aunque existe una diferencia marcada entre un país y otro.
Y es que los ingresos reales de las personas latinas han sido afectados por una tasa de inflación regional que se ubicó durante 2022 por encima del 8 por ciento y que causó pérdidas importantes en el poder adquisitivo de los salarios medios y mínimos.
Por ejemplo, en nueve de 15 países se registró una tasa de ocupación inferior a la de los tres años anteriores, mientras que dos naciones superó los niveles prepandemia.
En cuanto a la brecha de género, el 2022 reflejó un intensa incursión de mujeres en el mercado laboral y mayormente entre jóvenes
“Por otra parte, las brechas estructurales por género y por edad siguen presentes en los mercados laborales”.
“La región es afectada por la conjunción de múltiples crisis a nivel global, como la persistencia de la pandemia o la guerra entre Rusia y Ucrania, y al mismo tiempo enfrenta la perspectiva de un crecimiento económico bajo, las secuelas de una elevada inflación, limitado espacio fiscal y altos niveles de endeudamiento”, dice la OIT en su comunicado.
La realidad que marca este informe para la industria se establece en incertidumbre sobre la calidad de los empleos para Latinoamérica para 2023, donde la OIT advierte a empleadores y trabajadores sobre la necesidad de políticas de sostenimiento y creación de más y mejores empleos, especialmente de empleos formales.
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