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La campaña de Miller Lite fue producida con la ayuda de la agencia de publicidad DDB Chicago
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Por su parte, el estudio Rattling Stick estuvo a cargo de la producción del corto
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Connect fue la empresa elegida para la compra de medios, entre los que se incluyen, irónicamente, Facebook, Twitter y YouTube
Varias empresas han reflexionado sobre el efecto de la tecnología en la vida diaria. HP Omen, en su más reciente campaña, defendió el efecto positivo de los videojuegos en el cerebro. La telecom BT presentó una visión tanto esperanzadora como perturbadora del futuro dominado por las innovaciones digitales. Por su parte, tanto Panasonic como Hotels.com han criticado algunas de las celebridades que han surgido gracias a la prevalencia de los canales digitales.
Lo cierto es que, así como hay una campaña constante por defender el avance y progreso que se consiguió con la tecnología, hay más de un movimiento que enarbola la causa contraria. De acuerdo con Turbo Future, estas plataformas han permitido que fenómenos como terrorismo y crimen alcancen nuevas fronteras. Por otro lado, agentes como Advergize aseguran que estas innovaciones también han facilitado el acceso a la información y hacer más eficiente el trabajo.
Esta naturaleza ambivalente de la tecnología no solo es un excelente material para discusiones filosóficas y sociales. Como ya se ha visto, varias empresas se han colgado de este discurso para respaldar sus respectivos negocios. Y la mayor parte de las veces, las innovaciones son pintadas en una campaña tras otra como un impedimento para las interacciones y actividades que “en realidad importan”. De ejemplo, se puede analizar la activación de la marca Miller Lite.
Una campaña en contra de las redes sociales
Para su más reciente comercial, la cervecera continúa con su campaña “The Original Social Media”. El objetivo de Miller Lite es convencer a los usuarios que su bebida es una mejor forma de socializar con amigos que plataformas como Facebook y Twitter. El video también trata de consolidar esta idea con una activación menos sutil. El anuncio sigue a tres personas que tratan de escaparse de una turba de individuos que se visten exactamente igual a ellos.
La campaña, filmada al inicio en blanco y negro, muestra que estos seguidores parecen estar obsesionados con los tres individuos. No solo los siguen a todas partes, sino que destruyen todo a su paso con tal de estar más cerca. Todos lentamente se van abriendo paso por la ciudad, deshaciéndose de los acosadores con zapatos y lugares “instagrameables”. Al final, todos se reúnen en un bar. El copy dice que es mejor unos amigos que miles de seguidores.
Rivalidad con la tecnología
Miller Lite no es la primera campaña que muestra una abierta hostilidad a las redes sociales. HP, para promocionar sus impresoras, empezó a profesar un mensaje casi idéntico como parte de su estrategia Get Real. Kelly Services, para promocionar su plataforma de búsqueda de trabajo, también hizo una dura crítica a quienes procrastinan en su trabajo viendo YouTube. Por otro lado, tanto la telecom Telenor como Volkswagen defienden el punto contrario.
¿Vale la pena que las marcas sigan generando iniciativas que presenten esta enemistad clara con la tecnología? Tal vez. Hay un buen argumento en lo que respecta a bienestar y salud mental para reducir el uso de la tecnología. Toda campaña que aborde el tema con un tono mucho más ligero puede ayudar a que llegue al público de una forma más fácil y menos chocante. En un momento dado, incluso puede generar un cambio de comportamiento real.
Por otro lado, si las empresas siguen insistiendo con este mensaje, pueden generar hastío en la población general. De por sí, la campaña de Miller Lite parece que está siendo demasiado exagerada en el mensaje que pretende enviar. Seguir produciendo comerciales en esta línea podría terminar siendo perjudicial para todas las marcas que se sumen a la tendencia. En especial si se sigue empleando un tono excesivamente prejuicioso en sus mensajes.