CARLOS BONILLA
Licenciado en Periodismo y Comunicación Colectiva por la UNAM y Maestro en Relaciones Públicas por el CADEC, distinguido como Maestro Emérito. Es autor y coautor de libros sobre relaciones públicas y comunicación empresarial. Fue electo “El Publirrelacionista del Año 2013”. Preside el Consejo Consultivo de la Red Mundial de Comunicación Organizacional.
Acorde con la exigencia de los tiempos actuales, la poderosa empresa The Walt Disney Company, fundada en 1923, continúa rompiendo estereotipos que defendió durante largo tiempo, los cuales formaban parte de su esencia. Presentó recientemente la campaña “Voces de la Diversidad”, en la que reúne relatos de seis personas reales con trayectorias inspiradoras y quienes a través de una serie de videos cuentan con qué personajes de Disney se ven reflejados en su vida diaria.
Los protagonistas de estas seis historias son mexicanos que representan algún rasgo de diversidad: la actriz Yalitza Aparicio; el multimedallista paralímpico Gustavo Sánchez; el hombre trans Santiago Corona; la cantante y actriz trans, Morganna Love; la actriz, cantante y comediante Michelle Rodríguez; y la actriz y profesora de Lengua de Señas Mexicanas Socorro Casillas.
Los personajes de Disney cuya creación se inspiró en ellos son Moana, Iron Man, Hércules, Ariel (La Sirenita), Elsa (Frozen: Una Aventura Congelada) y Mirabel (Encanto).
Disney ahora está considerando la diversidad en sus películas. Incluye otras culturas, razas y géneros, con lo cual deja atrás historias conservadoras donde la mayoría de los personajes protagonistas eran de raza blanca, heterosexuales y cumplían con la norma conservadora que caracterizaba a los icónicos personajes con los que surgió la empresa.
La cinta “Un Mundo Extraño”, tiene a un personaje adolescente abiertamente gay. También anunció a la actriz Halle Bailey como la nueva “Sirenita” por su tono de piel, mismo caso con la “Hada Azul” interpretada por Cynthia Erivo en la reciente adaptación de Pinocho y en el próximo largometraje “Peter Pan y Wendy”, Yara Shahidi, quien da vida a “Campanita”.
Como en todos los cambios radicales, ha surgido la polémica, pues algunos perciben la reconversión de Disney como forzada, obedeciendo a los cambios en la sociedad, pero no producto de una auténtica reflexión sobre estos temas. Otros opinan que estos cambios inciden en la esencia de los personajes y los transforman. La apariencia, dicen, está íntimamente ligada con sus acciones.
Esta transformación evoca los argumentos que Ariel Dorfman y Armand Mattelart expusieron en el libro Para Leer al Pato Donald, de inspiración marxista y freudiano, los cuales afirman que los personajes de Disney forman parte de un plan de adoctrinamiento infantil a nivel global, una suerte de conspiración de entes malignos, que era necesario desenmascarar.
La realidad es que no existe un sólo ejemplo de literatura infantil que no trate de trasladar al niño alguna enseñanza, en el que no se vislumbre una determinada visión del mundo. Lo de los personajes de Disney palideceal lado de los textos infantiles que usaban los propagandistas castristas. Otro ejemplo son los manuales empleados por la Iglesia Católica en las aulas españolas. Sin embargo, los materiales de Disney siempre han sido voluntarios, optativos, mientras que los ejemplos citados son mantras implantados a golpe de ley o de algo peor. Disney ha sido una opción para de los padres y los niños, no de los políticos o de los religiosos.
Dorfman y Mattelart acusan a la literatura infantil de sustituir la función educativa de los padres, critica que proviene de los mismos movimientos que, en ese momento, y todavía hoy, niegan precisamente a los padres esa labor, en beneficio de la sociedad, el estado, o la iglesia.
Más allá de ver moros con tranchete en donde no los hay e intenciones de penetración ideológica en los personajes y situaciones que se presentan en las historias de los personajes de historias para los niños y adolescentes, es digna de aplauso la reconversión de Disney para adaptarse a los nuevos tiempos en los que impera la lucha contra la discriminación y la defensa de la diversidad, independientemente si en ella hay un ingrediente que busca la sobrevivencia de la empresa al adaptarla a las circunstancias imperantes.