La agencia de investigación espacial del gobierno de los Estados Unidos, NASA, insinuó hace unos días que estaría considerando financiar parte de sus misiones mediante el apoyo económico de patrocinadores informativos, dieron a conocer distintos reportes de prensa.
“La pregunta es si esto es posible, la respuesta es que no lo sé” aseguró Jim Bridenstine, ante un comité de expertos del consejo consultivo de la NASA. Sin embargo, las normas actuales impiden asociaciones de este tipo, pero todo podría cambiar si se toma en cuenta que, a pesar de que la administración del presidente Donald Trump hizo público su apoyo por nuevas misiones de exploración espacial, el presupuesto designado a la agencias permanecería congelado hasta 2023.
Según Infobae, en la mayoría de los casos, los empleados federales no pueden promocionar proyectos y los propios documentos de la NASA adhieren esta política. Durante una entrevista otorgada al periódico The New York Times, Bridenstine señaló que su comité está abierto a explorar posibles excepciones que le permitirían a los astronautas de la agencia ser asociados sin romper la ley vigente.
A su vez, el representante de la NASA dijo que la llegada de compañías privadas como SpaceX y Boeing al mundo de la navegación espacial hará que sus propios astronautas tengan nuevas libertades de patrocinio, hasta hace poco impensadas.
Entre 1968 y 1971 la desaparecida aerolínea Pan Am lanzó una línea de tarjetas coleccionables que celebraban la llegada del hombre a la Luna; por su parte, en el 2000, el logo de Pizza Hut fue colocado en un cohete ruso mientras que un año más tarde, el también extinto minorista Radio Shack realizó un comercial en el que participaron astronautas rusos.
“Resulta irónico que Rusia esté a la delantera en lo que hace a sacarle provecho a las oportunidades comerciales en la Estación Espacial Internacional” aseguró Bridenstine al medio estadounidense.
El representante cree que en un futuro los cohetes puedan ser nombrados por patrocinadores o tengan su fuselaje cubierto de sponsors, como un monoplaza de la Fórmula Uno o un jersey de algún club de futbol. Sin embargo, quienes critican la iniciativa, señalan que esto podría generar conflictos de interés y perjudicar la reputación de la agencia y de sus misiones.