Estrenada en el Festival de Toronto y el 16 de septiembre en EE. UU., ‘La Mujer Rey’ se ha colocado como un éxito de crítica y taquilla y uno de los títulos a observar durante la temporada de premios que, en cierta forma, ya está en curso. En el meta sitio Rotten Tomatoes el filme tiene un 95%. El consenso dice: “¡Todos aclamen a Viola Davis! ¡La mujer rey domina!”. ¿Cómo lo está consiguiendo y cómo seguirá conquistando reinos en su estreno internacional?

“La Mujer Rey” fue mencionada hace un par de años como una versión de la vida real de “Black Panther”, título más exitoso en la historia con un reparto que se confirma principalmente por mujeres de color. La campaña de marketing la ha promocionado como una cinta de acción, de corte épico, que recuerda a “Corazón valiente” y “Gladiador”, en esa mezcla poco usual que sugiere no se trata sólo de ello, sino que hay un trasfondo emotivo y, más aún, social.

La historia se ocupa del reino Dahomey, pueblo africano dominante durante los siglos 17 a 19, y, en especial de las Agojie, un grupo militar conformado únicamente por mujeres (de dónde se refiere también a “Black Panther” donde están las Dora Milaje). Los tráileres y avances dejan ver que se trata de una celebración de la fuerza femenina, lo que es cierto en gran medida, pero hay más debajo de la superficie del filme.

Sin referir personajes o situaciones concretas del filme para evitar spoilers, “La Reina Rey”, en un inicio deja ver las prácticas del grupo de mujeres guerreras, a quiénes se les exigía, como parte de su formación, suprimir toda emoción e inclinación humana. La compasión, el amor e incluso el dolor no estaban permitidos. Las Agojie no podían casarse, tener amantes o hijos. Ese inicio las equipara con sus contrapartes masculinos.

Las Agojie luchan por la libertad de su pueblo, Dahomey. Para ello han sido enseñadas a que deben conquistar a sus enemigos a través de la dominación, imponiendo su voluntad. Conforme la película avanza, los personajes se dan cuenta que más que luchar contra alguien, luchan por algo. En el proceso uno de los personajes jóvenes se pregunta por qué a ellas no les es permitido lo que a los hombres guerreros sí. Ella se da oportunidad de divertirse en el entrenamiento, de ayudar a otras, ser compasiva y entablar relaciones amistosas.

Todas la Agojie está marcadas por el dolor (por algún trauma, muertes familiares, violación, entre otros). Son sobrevivientes y han sido enseñadas a guardar ese dolor, sumándolo a todo lo demás que deben reservarse, como si no hubiera sucedido. Sin embargo, está y es hasta que lo aceptan, afrontan y asimilan, percatándose de que son parte de un ciclo y de que no pueden evitar sentir y tener afectos. El amor y el dolor, como otras emociones, dejan de ser algo que las hace débiles, al contrario, les da un motivo por el cuál luchar. Dejan de luchar por Dahomey para luchar por su gente.

Entonces, “La Mujer Rey”, con su discurso reconciliador entre lo femenino y lo masculino y, más aún, la revalorización que se hace de lo segundo, donde la victoria no es un concepto aislado, que opera como resultado de asumir quién se es y por quién se pelea, deja de ser únicamente una película de acción para conectar emocionalmente, sí con las mujeres de color, pero con cualquier mujer, con cualquier ser humano.