Luego del anuncio de la muerte de Sergio Marchionne, el exigente directivo que sacó de la crisis financiera a Fiat-Chrysler, la compañía automotriz enfrenta un panorama gris en sus finanzas de cara al cierre del año.
Fiat-Chrysler reportó ganancias operacionales menores a lo previsto para el segundo trimestre y revisó a la baja parte de su panorama para el año completo, con un descenso de más de 10 por ciento en sus acciones.
La divulgación del reporte de resultados fue opacada por la noticia de que Sergio Marchionne, expresidente ejecutivo del grupo, murió por complicaciones tras una cirugía.
Mike Manley, jefe de la unidad Jeep, fue designado para suceder a Marchionne. Se prevé que anuncien qué sigue para la compañía.
Por su parte, FCA indicó que su ganancia ajustada antes de intereses e impuestos (EBITDA) para el período de abril a junio bajó un 11 por ciento a mil 990 millones de dólares. Analistas consultados por Reuters calculaban que la cifra rondaría por los 2 mil 300 millones de dólares.
Los ingresos netos aumentaron un 4 por ciento, en línea con las expectativas. El grupo dijo que esperaba ingresos netos en 2018 de entre 134 mil y 138 mil millones de dólares, desde un pronóstico anterior de alrededor a los 146 mil millones de dólares.
Además, FCA calcula un EBITDA ajustado en un rango de 8 mil 700 a 9 mil 300 millones de dólares desde una proyección anterior de al menos 10 mil millones de dólares para este año.
Por su parte, la compañía automotriz ha registrado una baja en su valor por acción de cerca del 15.50 por ciento, al pasar de los 16.87 euros por papel el viernes 20 de julio a 13.99 euros para lo que va de la jornada.
El legado de Marchionne
En la sede de Fiat Chrysler Automobiles en Turín, las banderas ondearon a media asta. En Roma, la comisión parlamentaria de trabajo y finanzas observó un minuto de silencio.
“Desgraciadamente, lo que temíamos ha sucedido”, dijo el heredero de Fiat, John Elkann. “Sergio Marchionne, el hombre y el amigo, se ha ido”.
Marchionne transformó a dos compañías en estado de caos, en la séptima automotriz mundial, Fiat Chrysler Automobiles, casi con la fuerza de su voluntad, viviendo a bordo de un jet empresario en el que cruzaba el Atlántico para impulsar a los empleados a lograr lo que la mayoría consideraba imposible en medio de una recesión global devastadora.
El ítalo-canadiense Marchionne había revivido a Fiat en 2009 cuando el gobierno estadounidense lo eligió para salvar a la estadounidense Chrysler, que había pasado por la bancarrota después de pertenecer a una financiera privada.