Prácticamente la mitad de nuestro día laboral nos las pasamos pensando en situaciones diferentes a lo que estamos haciendo, nuestra mente divaga y funcionamos en piloto automático. Pensamos en campañas, estrategias, ideas, objetivos, branding, pero también en muchas otras cosas. La mente tiene el control total y a veces nos juega en contra.
Se estima que las mujeres dicen 20,000 palabras en un día mientras los hombres pronuncian 7,000; falta agregar las que pensamos y omitimos. Nuestro cerebro tiene una capacidad determinada para procesar las palabras que escucha. La velocidad oscila entre 130 y 170 palabras por minuto. Falta agregar que a lo largo del día somos capaces de crear aproximadamente 60,000 pensamientos, de los cuales el 95% surgen de forma automática, siendo similares en días consecutivos, y el mayor porcentaje de los pensamientos son negativos.
Alto, nuestra mente necesita una pausa y más atención.
El mindfulness en la oficina es tu aliado
Durante los primeros minutos que empiezas a trabajar y revisas el “to do list” del día se liberan la mayoría de las hormonas del estrés. Imaginar todo lo que tenemos por delante, juntas, presiones, resultados por alcanzar, métricas, producciones, eventos, actividades desafiantes estimulan nuestro instinto cargado en el ADN de lucha – huida. Claro, se libera el cortisol, el creador del estrés.
Aplicar el mindfulness en la oficina significa simple y sencillamente realizar de manera concentrada y consciente todas tus actividades desde que empiezas a trabajar.
Existen estudios que tienen comprobado que las mentes de quienes practican el mindfulness logran una mejor concentración y conciencia. La atención es la capacidad de concentrarte en lo que estás haciendo. La conciencia es la capacidad de reconocer y dejar ir cada una de las distracciones cuando aparecen. Llega el pensamiento, lo reconoces, no te perturba y simplemente lo dejas ir para seguir en lo que estás.
5 o 10 minutos hacen la diferencia
Se recomienda que antes de empezar el día practiques mindfulness por 5 o 10 minutos. Puedes hacerlo en cualquier espacio libre de distracciones. Sentado con la espalda recta. Respira con plena conciencia de lo que estás haciendo. Inhala por la nariz, exhala por la boca lentamente. Concéntrate y cuenta las respiraciones. Cuando te distraigas con otros pensamientos que es normal, regresa nuevamente con la respiración. Aleja los pensamientos que te distraen. No juzgues tu respiración ni trates de cambiarla, está perfecto si es pausada o acelerada, solamente préstale atención. Después de esto sigue de lleno con tus estrategias digitales, el ROI o el presupuesto pendiente.
Cuando te transportes a una junta con un Cliente o una Agencia haz algo diferente en el auto. Disfruta el silencio, presta atención a los ruidos a tu alrededor. Concéntrate en tu respiración. En el mindfulness se trata de eliminar las distracciones y de mantenerte alineado a los objetivos centrales de tu puesto y de la empresa en la que trabajas o diriges.
Mindfulness está ligado a la regulación de emociones
Cuando nos sentamos y respiramos conscientemente y nos centramos en el momento presente, tenemos la posibilidad de abrirnos al cambio. Es una forma de mantener sano a nuestro cerebro, de protegernos del estrés crónico, potencializando nuestras habilidades para tomar decisiones acertadas y en tiempo.
Los líderes de hoy requieren tener una mentalidad fresca, con alto grado de flexibilidad, resiliencia, agilidad, inteligencia emocional, concentración y foco. Un marcado sentido de propósito que irradie automotivación y sentido de pertenencia.
Medítalo… es tiempo de hacer una pausa