Hablar de Magdalena Carmen Frida Kahlo Calderón, mejor conocida como Frida Kahlo, no se limita únicamente a admirar lo que sus obras artísticas reflejan y la forma inigualable en la que cuenta las etapas de su vida, o bien, a explicar aquella técnica innovadora con la que imprimía sentimientos en cada lienzo que, aún después de su muerte, la ratifican como una fuerte y sólida exponente de la pintura mexicana en el mundo, así como de la imagen que se forjó alrededor de este icono femenino del folklor mexicano. Abordar el tema relativo a Kahlo implica reconocer que, más allá de su influencia en el ámbito cultural, se ha gestado un trascendente concepto de imagen y distintividad que ha sido utilizado y explotado comercialmente, no solo por sus causahabientes, sino además por empresas y marcas que desean complacer a cierto sector de consumidores con el marketing que rodea a Frida.
Indiscutiblemente debemos aceptar que, con solo escuchar el nombre “Frida Kahlo”, se genera en la mente de cualquier persona, una imagen inconfundible de su apariencia física, logrando conceptualizar fielmente aquellos rasgos distintivos de la artista, como son: la vestimenta típica de algunas regiones de México (Oaxaca y Chiapas, principalmente) caracterizados por la armonía y juego de sus colores y diseños, el cabello impecablemente trenzado y unido en forma de corona alegremente adornado con flores, y no menos importante, aquella mirada desafiante llena de amor, desilusión y fortaleza, resaltada por lo que, sin temor a equivocarnos, es la mayor peculiaridad que resalta la personalidad de Frida Kahlo, sus cejas. Estas son las características principales que se gestan rápidamente en la mente cuando es nombrada, permitiendo reproducir mental y fielmente la esencia de Kahlo.
La unicidad que envuelve a su personalidad se ha logrado incorporar exitosamente en el ámbito comercial internacional, vendiendo su imagen, no sólo como un diseño más en un producto que se pretende poner a disposición de los consumidores, sino como el valor agregado exclusivo y limitado del cual se dota a ese bien. Los rasgos que estructuran el derecho de imagen de Frida Kahlo se encuentran tan arraigados y vigentes en el entorno social que no es necesario utilizar una imagen de ella para ratificar o recordarle al público cómo se apreciaba; basta con utilizar las características enlistadas para abstraer, deducir e identificar inequívocamente la identidad de quien se está haciendo alusión.
Aunado a lo anterior, el nombre, la imagen o la firma, adicionan un sentido de referencia o pertenencia a los productos o servicios que distinguen, ya que globalmente se asocia la imagen de Kahlo con el folklor y cultura mexicana.
Actualmente, Frida Kahlo Corporation cuenta con más de 150 solicitudes de registro de signos distintivos, dentro de los cuales destacan 110 solicitudes de marcas ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, con 37 registros a su favor y 70 solicitudes para la protección de diversos signos distintivos y avisos comerciales a nivel internacional, destacando países como Estados Unidos de América, Chile y algunos miembros de la Unión Europea; además de ostentar la titularidad de reservas de derechos, derechos de propia imagen y certificados de derecho autoral alrededor del mundo, mismos que han servido para generar alianzas comerciales con grandes empresas y marcas internacionales, utilizando el concepto e imagen de Frida para distinguir prendas de vestir, calzado, artículos de belleza, libros, relojes, bolsas, cosméticos, bebidas alcohólicas, bolígrafos, joyería, calcomanías, películas y juguetes, productos que fueron razón de conflicto de derechos entre una importante empresa juguetera y los causahabientes y propietarios de derechos de propiedad industrial e intelectual, respecto a la autorización para lanzar al mercado una muñeca que hace alusión a la pintora mexicana, como parte de la conmemoración del día internacional de la mujer.
Sin duda, la presencia actual de la imagen de Frida Kahlo, no se agradece o debe a la mercadotecnia implementada alrededor de ésta; por el contario, se mantiene vigente gracias a la genuina esencia distinguida por la personalidad imponente de Frida, una mexicana orgullosa de sus raíces, cultura y aguerrida a sus ideales, productos de las secuelas de movimientos políticos, ideológicos y sociales del siglo XX.
Lo anterior nos obliga a reflexionar: ¿realmente son la propiedad intelectual (en lato sensu) y el marketing los responsables de mantener vigente la imagen de Frida Kahlo hasta la fecha? o, mejor dicho, ¿no será que referidos sectores se aprovechan de una imagen posicionada para explotar algo que jamás crearon?
Por eso, hablar de Frida Kahlo es un interminable reflejo visual de un cúmulo de sentimientos encontrados materializados y es una simbología única del grito de un alma atrapada en unos pies limitados para caminar; sin embargo, su esencia la dotó de alas para volar… vuelo que en la actualidad sigue más presente que nunca.
Por: Jocelyn Flores Becerril
* Consultor–abogado en Clarke, Modet & Co. México