Las tragedias unen a las sociedades o las separan. Cuando este tipo de acontecimientos suceden, me gusta ser un gran observador de lo que pasa. De cómo la sociedad, poco a poco, se va uniendo y unificando. Ahora la vida digital es un gran motor exponencial que logra generar una comunicación o desinformación más rápida y fluida.
La noche del jueves, un terremoto sacudió la zona centro y sureste de México. Sucedió más allá de las 23 horas. Esta misma noche, la vida digital de los mexicanos comenzó a crear una gran conversación inagotable de mensajes sobre el terremoto. Este fenómeno es apasionante de observar. Poco a poco los textos imágenes y cada vez más videos se unifican en una gran conversación retórica sobre el terremoto. Frases, memes y explicaciones generan una catarata de comentarios que sacuden a los algoritmos de muchas redes sociales para cambiar su esquema normal, si es que las redes sociales las podemos catalogar como normales. Es un hecho que el medio más escuchado en momentos de catástrofes naturales y sociales son los medios digitales. En definitivo es por este medio inmediato por el cual los ciudadanos de a pie, se informan, comentan y reflexionan en voz alta. Todo funciona como una gran maquinaria perfecta que se va alineando sin tener un director o dirigente específico que la controle. El monstruo digital funciona por si solo y es imparable. Está vez el terremoto de México costó la vida de más de 60 personas. Una tragedia que por momentos nos une y nos dispara a comunicarnos por los medios más adecuados para nosotros.
¿Cómo funcionó la maquinaria perfecta en los medios digitales durante el terremoto mexicano del 7 de septiembre de 2017?
- Influye mucho la hora en la cual sucede el fenómeno, en esta ocasión a las 11 de la noche mucha gente ya está en sus casas y otros fuera de ellas por ser un jueves. El fenómeno sorprende en donde estés y produce un shock. Automáticamente después de reponerse de la sorpresa, las personas comienzan a usar sus dispositivos y formatos de comunicación más accesibles para saber más y expresar lo que sintieron.
2. Ayer por la noche, los canales de comunicación que usaron más los mexicanos fueron WhatsApp, Twitter y Facebook. En ese orden por mayor uso.
3. Los que recurren a la vida digital, primero buscan informarse y momentos después generan conversaciones terapéuticas o catárticas para comentar sus experiencias y enterarse de las de otros.
4. Como un proceso después, comenzamos compartir y viralizar contenido para informar a nuestro contexto y centro de influencia. Como una maquinaria automática de difusión de contenido. Bien aceitada y programada.
5. Poco tiempo después surge el sentimiento colectivo de solidaridad, apoyo y ayuda. En automático, los mexicanos comenzamos a ayudar y apoyar a quienes sufren de la tragedia. Es un movimiento y sentimiento maravilloso de bondad colectiva, que la vida digital dispara y catapulta.
Lo mejor sería que estas tragedias naturales no sucedieran. Pero son inevitables y no se pueden pronosticar. Lo que es importante observar es que la vida digital y sus generadores de contenido son herramientas clave para ayudar a la sociedad para superar estos momentos de crisis. Lo digital es imprescindible para salvar a la sociedad y funciona como una maquinaria natural imparable de bondad y buena vibra. Que de forma autentica suma más que restar. Este es el verdadero fenómeno a observar y destacar.