Las sequĆas de campeonatos y malas rachas de los equipos deportivos, se pueden llamar āmaldicionesā y tambiĆ©n juegan en la mercadotecnia deportiva, pues puede ser un inhibidor de consumo o bien, se convierte en un anhelo que puede detonar en consumo desbordado y un argumento para crear conceptos alrededor.
Les comparto algunas de las historias mĆ”s emblemĆ”ticas de āmaldicionesā en los deportes del mundo y cuĆ”l es su origen.Ā Empecemos la maldiciĆ³n de los Chicago Cubs, es una de las mĆ”s famosas en Estados Unidos y en el mundo. En 1945 un fanĆ”tico del equipo llamado William Sianis, quiso entrar al cuarto juego de la Serie Mundial con su mascota que era una cabra, pero los empleados de los Cubs le prohibieron entrada al estadio por el mal olor del animal.Ā Ante esto Sianis se enojĆ³ y lanzĆ³ laĀ maldiciĆ³n: “Los Cubs no volverĆ”n a ganar la Serie Mundial”, completando un maleficio que durĆ³ 71 aƱos (desde 1945), pues hasta 2016 vieron a ser campeones. Su Ćŗltimo campeonato habĆa sido en 1908, pasaron 108 aƱos.
Con el dinero y las deudas no se juega
El equipo de hockey sobre hielo de la liga estadounidense, Nueva YorkĀ Rangers viviĆ³ una gran temporada en 1940 puesĀ fueron campeones y terminaron ese mismo aƱo de pagar la hipoteca del estadio donde jugaban. Para celebrar los jugadores quemaron los papeles de la hipoteca como una falta de respeto o muestra de rencor a la deuda que arrastraron por tantos aƱos.Ā El mito dice que por eso y por el mal detalle percibido por la gente del banco, pasaron 54 aƱos sin tĆtulos, hasta el que lograron en 1994. En este campeonato de los 90s, por si las dudas, Ā”ya no hicieron nada extraƱo!
La revista de la mala suerte
La famosa revista deportiva Sports Illustrated de Estados Unidos suma una serie de terribles coincidencias a quienes han aparecido en su portada, pues es augurio de mala suerte. Ejemplos hay varios, desde 1954 cuando el beisbolista Eddie Mathews se lesionĆ³ la mano al otro dĆa de aparecer en la revista. El piloto de autos Pat O’Connor, que fue portada en 1958 y falleciĆ³ posteriormente en un accidente producido en la siguiente carrera. Luego el famoso basquetbolista de la NBA Kareem Abdul Jabbar, que en 1974 despuĆ©s de ser portada se perdiĆ³ 15 partidos por lesiĆ³n. El jugador de futbol americanoĀ Pete N. Rose,Ā muriĆ³ de un ataque al corazĆ³n la semana que apareciĆ³ en la portada en 1989. AsĆ una serie de historias, que han dado hasta conjeturas estadĆsticas que dicen que poco mĆ”s del 35% de figuras que salen en portada, sufren alguna derrota estrepitosa o fracaso dĆas despuĆ©s.
Cuando te echan la sal
āEl Benfica no volverĆ” a ser campeĆ³n europeo sin mĆā. AsĆ lo dijo el hĆŗngaroĀ BĆ©la Guttmann al ser despedido en 1962 del equipo de futbol portuguĆ©s Benfica, luego de ganar dosĀ Champions LeagueĀ seguida. Asi ha sido hasta ahora el karma del equipo que ha perdido mĆ”s de 10 finales europeas despuĆ©s de eso; para romper el conjuro de Guttmann, en 2014 los directivos del club colocaronĀ frente a la puerta 18 del Estadio del Benfica una estatua de bronce del ex tĆ©cnico, la suerte no ha cambiado y aun faltan 46 aƱos!
Goles que matan
Al futbolista GalĆ©s Aaron Ramsey le ha pasado algo muy curioso, pues cada que anota un gol, suele morir algĆŗn famoso, hasta ahora 19 āvictimasā. La primera coincidencia se dio el 16 de octubre de 2009 cuando anotĆ³ su primer gol como seleccionado GalĆ©s y muriĆ³ el famoso periodista espaƱol Ā AndrĆ©s Montes.Ā Desde entonces la lista de muertes se da a sĆ³lo horas o mĆ”ximo 2 dĆas despuĆ©s de que Ramsey anota un gol. Entre sus āvictimasā relacionadas a un gol estĆ”n el futbolista mexicanoĀ Antonio de NigrisĀ en 2009,Ā el mismo Osama Bin Laden en 2011,Ā Steve Jobs, Ā Muammar Al-Gaddafi,Ā Whitney HoustonĀ ,Ā Chavela Vargas, los actores Paul Walker y Robin Williams; la Ćŗltima muerte ligada a este mal fario fueĀ David Bowie, solo por mencionar algunos.
Todas estas historias dan para hacer unas buenas estrategias de mercadotecnia, Āæo no?Ā HabrĆ” que ver los ingresos para los Cubs en souvenirs y patrocinios despuĆ©s de su Ćŗltimo campeonato y fin de una centenaria maldiciĆ³n.