Luego de que fuera creada por Jesús Rico Velasco, un investigador del Instituto Politécnico Nacional de México, la lluvia sólida ha acaparado la atención de los productores de alimentos de todo el mundo y en la actualidad se comercializa bajo dos conceptos de marca que son Silos de Agua (el polvo seco) y Lluvia Sólida (el material hidratado),
Dicho polvo granulado es en realidad acrilato de potasio, el cual fue el compuesto desarrollado por el ingeniero químico, además es biodegradable, no tóxico y capaz de absorber hasta 200 veces su peso en agua.
Esta solución resulta muy útil para hacer frente a la escasez de agua, ya que actúa como una reserva que almacena entre el 65% y 80% del líquido para asegurar el crecimiento estable de los cultivos y las plantas.
Gracias a que incide en la mejor producción de alimentos, la Lluvia sólida ayuda a aliviar de manera indirecta el hambre, la pobreza y la migración propiciada por la improductividad de las tierras y las sequías.
El acrilato de potasio puede almacenarse y aprovecharse en el momento que los productores lo juzguen necesario, durante la temporada de lluvia tiene la capacidad de retener el líquido en tierra, pero sobre todo es de un enorme apoyo en los climas que requieren del riego, ya que se puede almacenar en costales por meses, incluso ya hidratada.
Diez gramos del producto puede retener un litro de agua y el producto de esa combinación se mezcla con tres kilogramos de tierra.