Este viernes las Apple Store abrieron con el iPhone 8 y el 8 Plus en sus anaqueles, en años anteriores este suceso se traducía en largas filas -incluso campamentos- para ser de los primeros en comprar uno de los nuevos dispositivos. Este año es distinto.

Los reportes de medios señalan que en la mayoría de ciudades donde el smartphone se puso a la venta, las filas son cortas, resaltando la poca efusividad respecto a la lanzamientos anteriores.

La pregunta es si los productos de Apple, en particular el iPhone, comienza a perder atractivo o fans. Está bien, hay millones de ellos en todo el mundo, pero también es cierto que no todos lo que son afines a la marca poseen un dispositivo.

Lo manifestado esta mañana, en términos de datos económicos, podría no representar mucho en ventas a largo plazo para Apple, pero sin duda, la falta de entusiasmo por el iPhone 8 debe llamar su atención, en especial, si esto se extiende.

Según los testimonios recabados en las tiendas, algunos fans de la marca aseguran esperar a la llegada del iPhone X, que encumbra la primera década de iPhone en el mercado, aunque analistas sugieren que puede ser por que las preferencias de consumo hoy se inclinan hacia las copras online.

Sin embargo, hay otras voces que subrayan el hecho de que novedades que presenta este smartphone no los entusiasman tanto como para invertir 999 dólares o más. Lo cierto es que especialistas en marketing señalan que llegada del iPhone X crea una suerte de discriminación basada en poder de compra, una forma de “regresar el “sabor” exclusivo de tener uno de ellos”.

Si bien, las prestaciones tecnológicas no son tan distintas a las que encontramos en otros dispositivos, el Galaxy Note 8, por citar sólo a su rival directo -incluso en precio-, el hecho es que esta nueva gama de smartphones propone o está diseñado para un usuario un poco distinto, uno de mayor poder adquisitivo.

¿Por qué? Tomemos como referencia los datos correspondientes al trimestre de abril a junio de 2017, de acuerdo con la consultora Strategy Analytics, Apple vendió 33 millones de iPhone 7 y 7 Plus, mientras que Samsung comercializó 19.2 millones de su Galaxy S8 y S8+ -fue lanzado el 29 de marzo-.

Sin embargo, según estudio de Counterpoint Research, entre junio y julio de este año Huawei logró superar Apple en ventas, de hecho, la marca china se afianzó como la tercera del mercado a nivel mundial.

El punto, es que aunque el número de usuarios de smartphone sigue creciendo, para 2017 se estima que serán 2 mil 300 millones, y para 2020 se revé que sean 2 mil 870 millones, las ventas de dispositivos nuevos -como es obvio- no crece al mismo ritmo, pues los embarques para este año serán de aproximadamente mil 517 millones de dispositivos nuevos, con un crecimiento mínimo en tres años a mil 697, de acuerdo con datos publicados en Statista.

Si a esto le sumamos que el mercado es cada vez más competitivo, a Samsung, Apple y Huawei, les siguen otras marcas como Xiaomi, Oppo, Moto, Sony, LG, incluso Pixel y Nokia en su regreso.

Debemos considerar que casi todos los smartphone de gama alta tienenun rival que ofrece prestaciones similares con precios igualmente parecidos o menores, además las gamas medias y bajas ganan share de mercado.

La diferencia puede ser el brand awareness donde Apple tiene ventaja y, esta es probablemente la que busque explotar, aunque no será la única; Samsung presentó hace un mes en algunos mercados el Galaxy Note 8 -retrasado en México-, y Huawei está por lanzar el Mate 10, que presumiblemente traerá una quad camera. Los tres buscarán el mismo tipo de usuario, que busca distinción en su dispositivo pero con las prestaciones más avanzadas del momento.

La pregunta si elmercado no tiene un límite o saber si los usuarios estarán dispuestos a pagar mil dólares -en promedio- que costarán o cuestan estos dispositivos. Hay voces de fans que sugieren que si, pero la realidad es que por más que las compañías busquen colocar estos teléfonos con planes, lo cierto es que estarán destinados aun nicho particular. Esto hace pensar que buscan crear un nuevo segmento o gama de smartphones, donde al parecer sólo las tres grandes pueden competir… al menos por ahora.