Aunque se trata de una producción añeja, Black Mirror es tendencia gracias a Netflix, quien la impulsó con sus atinadas estrategias de marketing digital, antes, durante y después del lanzamiento de la 4 temporada, la cual sigue promocionando por todo el mundo.
Black Mirror es una de las mayores apuestas de Netflix desde finales de 2017 e inicios de 2018. Por la naturaleza de la temática donde la tecnología ocasionó estragos en un futuro de constante “cruda realidad” que los humanos digieren diariamente, la compañía de streaming se apoyó oportunamente del presidente ruso, Vladimir Putin, e imágenes de noticias violentas, es decir, apostó al hard breaking news como estrategia de marketing y funcionó, ya que el promo de “Happy New Year” tiene casi 2 millones de visitas en Youtube.
Mientras Putin se dirigía a los ciudadanos estadounidenses en su mensaje, como haciendo alusión a House of Cards, pero bajo la leyenda de “Dear citizen of America” en el último promo de Black Mirror para año nuevo, en esta ocasión lo volvió a hacer con su nuevo anuncio “¿Qué fue antes: la realidad o Black Mirror?”.
En el anuncio, Netflix muestra oportunamente los últimos conflictos que ha tenido España, desde los conflictos cotidianos con el gobierno español, gasta el Referéndum de Cataluña, lo cual apela a un escenario apocalíptico en lo político y en lo social, trama esencial para Black Mirror, quien se cuestiona si fue antes la realidad del presente o el futuro de Black Mirror.
Mientras en Narcos, Netflix lo promocionó mediante carteles de marketing de guerrilla como “Blanca Navidad”, en Black Mirror, el marketing se centró en internet, redes sociales y videos promocionales. Con ello, la plataforma utilizó efectivamente el hard breaking news sin caer en clichés de imágenes de guerra o de asambleas de la ONU tomando las mejores decisiones para el mundo, pues solo se trató de una campaña provocativa, destinada a sacudir a sus espectadores y a sumar a otros curiosos.