• A partir de julio pasado, todas las juntas directivas en el índice S&P 500 tienen al menos una mujer a bordo

• Una legislación en California requiere que, para 2021, Facebook mantenga un nivel de paridad de género de 30 por ciento

• En Estados Unidos, en promedio el 31 por ciento de las juntas directivas de las compañías públicas son profesionistas

Tanto el domingo como el lunes fueron días muy importantes, tanto en México como en el mundo, en la lucha por la equidad de género. En el país, además de la marcha en diferentes ciudades de toda la República el fin de semana, también se llevó a cabo un histórico paro de actividades a escala nacional. En otras naciones del planeta, la comunidad femenina también realizó acciones similares. Por supuesto, algunas empresas decidieron sumarse a la tendencia.

De acuerdo con Bloomberg, Facebook anunció hace poco un cambio definitivo en su junta directiva. La compañía de Mark Zuckerberg acaba de integrar a Tracey Travis, de Esteé Lauder, y Nancy Killefer, de McKinsey, a su consejo de administración. Con esto, la red social puede presumir que el 40 por ciento de este grupo está compuesto por mujeres. Aunque no se trata de una perfecta paridad de género, sí es un nivel por encima del promedio de la industria.

Travis y Killefer ahora trabajarán junto con Sheryl Sandberg, de Facebook, y Peggy Alford, de PayPal, en la junta directiva de la red social. Junto con este hito en paridad de género, Mark Zuckerberg y su organización también presumieron otro triunfo en diversidad. Ahora, ya el 30 por ciento de su consejo de administración está compuesto por ejecutivos afrodescendientes. Las nuevas integrantes aseguraron que la empresa puede “cambiar el mundo para mejor”.

Un paso en la dirección adecuada en paridad de género

Junto con Facebook, otras compañías y organizaciones han realizado decisiones radicales para fomentar una mayor inclusión de mujeres en el ámbito empresarial. Hace un mes que Goldman Sachs dijo que se negaría a ayudar a nuevas empresas a entrar a la bolsa si no había directivos de color o mujeres en sus organizaciones. En octubre de 2019, varias ejecutivas se lanzaron a exigir paridad de género en la remuneración de sus trabajos, mediante #MeTooPay.

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El movimiento de Facebook es ciertamente un paso en la dirección adecuada. La paridad de género en las organizaciones ha demostrado ser, una y otra vez, un importante valor agregado para las compañías. La simple diversidad de visiones y perspectivas ayuda a que los negocios evolucionen con mayor rapidez y fortaleza. Por otro lado, también ayuda a mejorar la imagen de las marcas en una época donde los temas sociales son cruciales para los consumidores.

Por supuesto, tampoco se puede dejar de ver el contexto específico de Facebook. La red social enfrenta una serie de reclamos y dudas de parte de los usuarios y las autoridades con respecto a los alcances y potenciales abusos de su modelo de negocio. Es posible que este movimiento de paridad de género sea solo una forma para paliar la molestia del resto de la industria. Pero incluso si ésta es la razón, queda la esperanza que el resultado sea positivo.

¿Cómo trabajar en la inclusión de mujeres en el mundo empresarial?

Aunque agregar a mujeres a juntas directivas es una forma contundente de mostrar un gran compromiso ante la paridad de género, no es la única forma de transformar una compañía. Por ejemplo, Unilever anunció orgullosamente hace poco que el 50 por ciento de sus puestos de nivel directivo estaban ocupados por mujeres. En cambio Cotton International decidió correr una campaña en donde creó una versión renovada de “Rosie The Riveter” en chicas actuales.

Expertos proponen otras rutas alternativas para promover la inclusión y la paridad de género en las compañías. El Foro Económico Mundial (WEF) apunta que es crucial llevar a cabo un rediseño total de la industria para tener cambios determinantes. Next Generation en cambio señala que también ayuda el transparentar los sistemas de salarios, para eliminar la brecha por pago. Según Invensis, también es indispensable priorizar el balance entre la vida y el trabajo.