Desde hace un par de días circula en medios tradicionales y en redes sociales la noticia de René, un perro de la Policía Federal que será retirado de su cargo porque padece una enfermedad terminal. El que la tierna historia sea difundida por la Comisión Nacional de Seguridad no es casualidad.
El domingo, la Comisión Nacional de Seguridad y la Policía Federal de México dieron a conocer la historia de René, un perro de la raza cobrador de labrador o labrador retriever, que será jubilado luego de cinco años de labores.
René trabajó con la Policía Federal en operativos de aseguramiento de armas, dinero, drogas ilegales y en el rescate de víctimas de desastres. Tiene siete años de edad y fue donado a México como parte del Plan Mérida, un acuerdo del gobierno mexicano con Estados Unidos.
El perro tuvo un acto en su honor en el que estuvieron presentes autoridades y se reconoció su trabajo con una condecoración.
René tiene un tumor que no puede curarse ni extraerse, algo que le provocará espasmos de dolor con intensidad progresiva y no se descarta que, como último recurso, sea sacrificado por un médico veterinario.
La conmovedora historia del perro René es real, pero también se trata de una estrategia de relaciones públicas y marketing por parte del gobierno federal.
Este tipo de noticias generan más empatía hacia la Policía Federal, dependencia de la Secretaría de Gobernación, que cualquier anuncio sobre su desempeño en la lucha contra la delincuencia organizada en México.
Este tipo de comunicación, que busca darle un sentido humano a lo que hacen las fuerzas armadas, tiene como mejor ejemplo las campañas publicitarias y de marketing del Ejército de Estados Unidos que siempre está buscando jóvenes que se alisten.
#PolicíaFederal reconoce trayectoria de “Rene”, Oficial Canino que se retira al enfrentar una enfermedad terminal. https://t.co/TSq6uGhKOg pic.twitter.com/35VXrkgMcg
— Policía Federal Mx (@PoliciaFedMx) 3 de septiembre de 2017
