Las firmas financieras están fijando sus inversiones en nuevos avances tecnológicos como automatización e inteligencia artificial, según un reporte de la consultora Accenture.
El análisis de Accenture señala que la inversión en las Fintech aumentó 10 por ciento en 2016, con un monto de 23 mil 200 millones de dólares, siendo China que encabeza la inversión, con 10 mil millones de dólares en inversiones de 55 negocios, que representan un 90 por ciento de las inversiones de Asia y Pacífico. El segundo sitio fue para Estados Unidos, con una inversión de 6.2 mil millones de dólares.
Según Accenture, las Fintech están dominando los avances tecnológicos en servicios financieros, por encima de bancos, seguros y compañías de crédito. Y es que la automatización de las Fintech comienza con la digitalización de tareas financieras de rutinas como pagos en Estados Unidos.
El crecimiento de las Fintech en China fue posible gracias a la edad reciente de su sistema bancario, ya que para la gente era más sencillo ingresas a sus servicios bancarios desde sus celulares. Por su parte, las Fintech han puesto en cero en ofrecer mejores experiencias de usuario para más variedades financieras. Las aplicaciones de la inteligencia artificial van desde la clasificación de lo que se muestra en su servicio de noticias sociales a los automóviles autodirigidos.
Respecto a las finanzas, la inteligencia artificial y la banca tradicional se han basado en algoritmos de automatización y análisis, sin embargo, solo eran exclusivos para instituciones grandes y establecidas, mientras que las Fintech capacitan organizaciones y consumidores más pequeños, siendo que la inteligencia artificial hará más accesible sus beneficios a un público más amplio.
Según el análisis, la inteligencia artificial tiene una amplia variedad de aplicaciones de nivel de consumidor para experiencias de usuario “de forma más inteligente y sin errores”, ya que la AI equilibra los presupuestos de las personas, basados en el comportamiento de un usuario, y sirve como robot-asesores a los comerciantes para guiarlos en la gestión de sus carteras de acciones, ya que busca patrones en el comportamiento del cliente para eliminar malas transacciones.