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La inflación se ubicó en 4.38 por ciento a tasa anual
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Los productos que más elevaron su precio durante la primer quincena de abril fueron los servicios de turismo en paquete y el transporte aéreo
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La inflación subyacente también se elevó a 3.94 por ciento
Este miércoles el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) dio a conocer el Índice Nacional de Precios al Consumidor, el cual en lo que refiere a su lectura quincenal, se redujo en un 0.03 por ciento durante los primeros quince días de abril; sin embargo, a tasa anual, el indicador se ubicó en 4.38 por ciento, con lo que salió del rango objetivo del Banco de México (Banxico), el cual es del más/menos tres por ciento.
Asimismo, en lo que respecta a cifras desestacionalizadas, el Inegi informó que el índice de precios subyacente, es decir, que elimina del cálculo los bienes y servicios con precios más volátiles, se incrementó en un 0.40 por ciento en comparación con la quincena anterior, al tiempo que se colocó en un 3.94 por ciento anual.
Dentro del desglose se dio a conocer que los costos de las mercancías se elevaron un 0.28 por ciento y los de servicios 0.52 por ciento en comparación con la quincena anterior; mientras que, el índice de precios no subyacente retrocedió, los agropecuarios bajaron un 0.19 por ciento.
Por su parte, los energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno se elevaron 2.10 por ciento, que se atribuyó a “ajustes a la baja en tarifas eléctricas, dentro del esquema de temporada cálida en 18 ciudades”. A su vez, los componentes que más subieron sus precios en el lapso referido fueron los servicios turísticos en paquete (19.39 por ciento), transporte aéreo (27.19 por ciento) y el aguacate (15.30 por ciento).
¿Afecta al consumo?
El hecho de que este indicador se encuentre por encima del rango objetivo del Banxico no significa que exista un encarecimiento de precios descontrolados o que el consumidor se vea imposibilitado de adquirir los productos de primera necesidad.
Sin embargo, para el profesional del marketing, este dato significa que para el consumidor, la decisión de compra cambia en circunstancia de un rendimiento de su dinero y que incluso podría renunciar a ciertos productos para poder satisfacer sus necesidades más elementales.
Esto queda de manifiesto cuando vemos que la Confianza del Consumidor nos dice que el mexicano no tiene contemplado comprar bienes duraderos, por lo que el reto de atraerlo hacia un producto o servicio se vuelve más complicado.
De tal forma que la correcta lectura de los datos así como del comportamiento del mismo, en cuestión de sus exigencias y demandas podría ser la diferencia para que se decante por uno u otro producto.