El Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) dio a conocer la inflación correspondiente a la primera quincena de abril, en la que el indicador presentó su nivel más bajo durante 14 meses al situarse en 4.69 por ciento, debido a una reducción en los precios en las tarifas eléctricas así como una caída en los costos de productos agropecuarios.

De acuerdo con la dependencia, el índice nacional de precios al consumidor descendió un 0.36 por ciento quincenal durante los primera del mes, lo que representa su mayor baja a quince días desde mayo del 2016, según cifras desestacionalizadas. Resultado que se asemejó a lo previsto por Banorte, el grupo financiero en su reporte del 20 de abril señaló que esperaba un retroceso del 0.30 por ciento.

En tanto, en lo que respecta a la inflación subyacente interanual, considerada por Reuters como un mejor parámetro para medir la trayectoria de los precios ya que elimina artículos volatilidad como los arriba mencionados, la inflación a la primer quincena de abril presentó un avance de 3.70 por ciento. A su vez, la agencia refiere que a mediados de abril, el Banco de México dejó sin cambios su tasa de referencia, ya que observó menores riesgos para una depreciación del peso así como una tendencia a la baja en cuanto a los precios al consumidor.

Dentro de los productos que registraron mayores alzas en los costos se encuentra el aguacate (5.45%), el limón (4.09%), la papa (2.56%), y la pasta de dientes (2.21%); en contraparte, los productos que presentaron una disminución en su costo de adquisición fueron el pepino (-14.99%), la electricidad (-13.28%), el transporte aéreo (-12.78%), así como los servicios de turismo en paquete (-9.66%).

Para los profesionales del marketing, estar al tanto de las variaciones de los precios resulta importante para entender cómo se comportar tanto el sector en el que se desenvuelven así como la confianza del consumidor por adquirir determinados productos. De igual forma, debido a la estacionalidad, se puede identificar el sentir y las necesidades de las personas.

Sobre todo, en un año electoral, este tipo de indicadores son reflejo del panorama en el que se desempeñan los individuos y de alguna manera, este recurso, también es factor político ya que la estabilidad económica siempre ha sido una de las principales apuestas de quienes contienden a un cargo de elección popular.

De tal modo que la tendencia para los analistas es que el índice de precios al consumidor se mantenga en un porcentaje similar al presentado, por lo que el consumo se verá beneficiado ya que los productos se vuelven más accesibles para la población.