Este martes, el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) dio a conocer que durante diciembre de 2017, el Índice Nacional de Precios al Consumidor se ubicó en 0.59 por ciento; de esta forma, en su lectura anual, la inflación se colocó en 6.77 por ciento, algo no visto desde hace 17 años, cuando este indicador cerró el año 2000 con un 8.96 por ciento.
Entre los productos que influyeron para que la inflación finalizará por encima del rango esperado por el Banco de México, se encuentran el jitomate, quien presentó una variación mensual del 42.91 por ciento; la calabacita, con un 26.81 por ciento; el transporte aéreo, con un 22.69 por ciento; el huevo, con 5.76 por ciento, entre otros. En contraparte, las mercancías que presentaron una baja en sus costos fueron el chile serrano, la cebolla y el pepino.
A su vez, en lo que refiere al índice de precios subyacente, es decir, aquel que elimina del cálculo los bienes y servicios cuyos precios son más volátiles como los productos agropecuarios y energéticos, mostró un crecimiento mensual de 0.42 por ciento, así como una tasa anual del 4.8 por ciento.
Por su parte, el índice de precios de la canasta básica, que abarca bienes y servicios de mayor consumo por parte de familias con bajo poder adquisitivo, registró un incremento de 0.67 por ciento en el último mes del año pasado, con lo que obtuvo una tasa anual de 9.61 por ciento.
Este resultado en el comportamiento de los precios, influirá en la próxima junta de gobierno del Banco de México (BANXICO) donde se estima que se suba de nueva cuenta la tasa de interés de referencia, misma que se sitúa en 7.25 por ciento; esto como tal representa buenas noticias a quienes cuentan con ahorros bancarios, sin embargo, para quienes deseen acceder a un crédito automotriz, o hipotecario, se encontrarán con pagos más elevados únicamente por la tasa de interés.