Algo está ocurriendo en la industria automotriz que las marcas están apostando por la imagen de una mujer que supera retos dentro del deporte o se sujeta a la disciplina de este.
Chevrolet y Toyota son marcas que han enfocado sus campañas en el triunfo de las mujeres a través del deporte, como una forma diferente de abordar desde la publicidad una industria que ha crecido de la mano con un mercado, donde los estereotipos han quedado de lado y las campañas se han abierto a estrategias creativas en las que es posible ver historias reales con las que se logra una mayor identificación con el consumidor.
Esta identificación con el consumidor es clave en el mercado que actualmente ha construido un engagement a través de redes sociales, herramientas cada vez más determinantes en el crecimiento de estas marcas como estrategia de marketing digital.
Números que nos ayudan a entender este fenómeno son vertidos por Millward Brown y MediaBrix al señalar las principales razones que tienen los mercadólogos digitales para apelar a las emociones en sus estrategias de redes sociales.
La primera es para generar reconocimiento de marca (71 por ciento), seguida de un 70 por ciento que señala la generación de confianza y lealtad (70 por ciento) como objetivo, mientras que un 61 por ciento lo hace para influir en las decisiones de compra.
El mercado dirigido a las mujeres crece en estrategias y apuestas comerciales en un movimiento que no es gratuito, pues basta con ver el comportamiento en mercados como el de Reino Unido, donde un ocho por ciento de mujeres compró un auto nuevo en los últimos dos años. ¿La diferencia con el comportamiento de los hombres?: un punto porcentual, según TNS BMRB con cifras proyectadas entre 2013 y 2015.