Es común escuchar que la industria del marketing es celosa, que está llena de envidias y egos. Que para destacar, se debe pasar encima del talento de alguien más. Quizá esa sea la percepción general. Sin embargo, como en cualquier medio, considero que lo más importante es tu capacidad para hacer relaciones; conectar con personas con todo tipo de experiencias.
Con frecuencia me preguntan cómo empecé, por ahora no me considero un producto terminado, ni cerca de serlo. Sin embargo, he cosechado bastantes experiencias en más de una década, y puedo asegurar que construir una red de influencia es vital en este medio, además de diferenciar quiénes están en posición receptiva y quiénes no.
He tenido la suerte de contar con la guía de diferentes personas. Cada una de ellas me ha aportado ideas, experiencias, conclusiones personales, con el único propósito de contribuir con mi bagaje. A veces coincido con sus consejos, en ocasiones no. Para mí, lo más valioso es el intercambio. ¿Cómo he encontrado a estos mentores? Algunos llegaron sin proponérmelo, en otras ocasiones he solicitado consejo de alguien en particular. Todas estas personas tan valiosas para mí tienen algo en común.
Están más allá de perseguir la chuleta
Mis mentores y mentoras han superado la necesidad económica, de reconocimiento o ambas. Son personas que han logrado algo en su vida. Mi filosofía para segmentar es: sólo recibir consejos de quien es capaz de darlos. Suena obvio, pero es común pensar que porque lo dice mi amigo, ha de ser verdad. Ahora bien, conseguir algo se refiere a tener horas de vuelo. Por supuesto que el talento joven es valiosísimo, sin embargo los viejos sobrevivientes de todas las tormentas saben los vaivenes de esta industria. Han conseguido cambiar su forma de hacer las cosas en más de una ocasión.
Tienen tiempo y recursos para enseñar
Puedo decir que, en este momento, me encuentro en mis años más productivos en los cuales debo proyectar mi futuro. Estoy segura de que, dentro de unas décadas, podré presumir los frutos de mi trabajo. También puedo aconsejar a algunos que apenas empiezan. Hay diferentes tipos de liderazgo en la industria y niveles conforme vas construyendo tu carrera, y para conectar con un mentor se requiere hablar con sencillez y tener claro qué conocimiento estás solicitando. Además, puedes encontrar maestros fuera de la industria, de hecho aporta bastante conocer las mejores prácticas de otros sectores. Ahora bien, un mentor no es un maestro con quien asistes a clases periódicamente, es un guía que puede dedicarte unas horas al año, pero cuya experiencia te abre los ojos.
Estás ofreciendo un intercambio
¿Qué gana un líder con aconsejarte? Por supuesto busca que sus experiencias trasciendan a través de ti, pero también es posible que busque enriquecerse de tu visión fresca. Los mentores y mentoras que más aprecio son aquellos que me han dado la oportunidad de tener una amistad con ellos, además de intercambiar información y puntos de vista.
Recuerda: para valorar un consejo, primero debes preguntarte qué ha hecho esa persona para dártelo. Hasta el próximo martes.