Aunque es usual que muchos de los productos que adquirimos contengan códigos de barras, en algunos casos su importancia dentro del mercado se ve opacada por la mercancía en cuestión. Asimismo se deja de lado que en la actualidad estos facilitan la identificación simplificada de lo que ofrece una firma comercial, al mismo tiempo de que representan una opción de administración para aquellas empresas que manejan grandes cantidades de servicios.
A pesar de que su lanzamiento data desde del año 1952, se popularizó 28 años después, sin embargo, su importancia dentro de la industria de la mercadotecnia resalta cuando el código de barras engloba diversos aspectos como precio, estadística comercial y stock, todo en un espacio delimitado a través de rallas.
Asimismo, el libro “Mercadotecnia programada: principios y aplicaciones para orientar la empresa hacia el mercado” señala que el desarrollo tecnológico de este nace de la exigencia de un mayor control de inventarios y una demanda de un mayor control de los productos, tanto en el punto de venta como en la distribución.
Hay que resaltar que, de acuerdo con el sitio Universo PyME, el único lugar en México para conseguir un código de barras es en AMECE GS1, el cual forma parte del Gs1 Global, unía institución que tiene como propósito principal asignar estos dígitos para identificar un producto de forma única e inequívoca en cualquier punto del mundo.
La forma en la que crean un beneficio al mercado es que apoya al comercio formal en diferentes puntos de venta, algunos ejemplos de estos puntos a favor es la optimización en el control de mercancía, seguimiento de transacciones del producto, así como su rastreo y porcentaje de demanda.
La evolución de este código ha cambiado hasta el grado de ser puesto a favor de diferentes firmas comerciales en cuanto al diseño, un ejemplo de ello es Coca Cola, que lo adaptó de acuerdo con la silueta de su refresco. Asimismo es usado para expresar la creatividad de una marca o compañía, modificando el color y la forma.