Prácticamente todos hemos escuchado el término de Big Data y la revolución que está alrededor del mismo. Como sabemos, el Big Data se refiere al cúmulo de datos que se han generado y se generan segundo a segundo en el ecosistema digital a través de Internet. En otras columnas he comentado la importancia que esto tiene para las marcas de productos y servicios a partir del análisis que se haga de toda esta data, para traducirlo en insights relevantes que disparen acciones concretas dirigidas hacia el consumidor.
De acuerdo a un estudio de MarTech acutalmente existen 2.7 zettabytes de datos. Para dar un poco de contexto, 1 zettabyte equivale a 1 trillón de gigabytes. En otros términos, los 2.7 de zettabytes de información que existen actualmente, equivale a 300,000 millones de películas de una duración aproximada de 2 horas. Ver esta cantidad de películas por una persona dedicada las 24 horas del día los 7 días de la semana, le tomaría alrededor de 70 millones de años. Un dato interesante también es que Walmart, a nivel mundial, opera alrededor de 1 millón de transacciones por hora, información que es almacenada en bases de datos que contienen más de 2.5 petabytes de data. En el mundo, alrededor de 600 sitios web son creados cada minuto y 100 terabytes de información son subidos a Facebook por los usuarios de manera diaria. Todos estos números son ejemplo de que la cantidad de información que se genera cada segundo es enorme y por ende el mercado de análisis de todos estos datos ha tenido un crecimiento exponencial.
En el caso del retail, las cadenas comerciales se están topando con una gran tarea a la hora de analizar la información, ya que primero deben decidir qué tipo de información les es útil, qué tipo de combinaciones de data sería relevante hacer para obtener qué tipo de insights y sobre todo, qué decisiones tomar frente al consumidor, para poder ofrecer el producto o servicio adecuado para sus necesidades, las cuales pueden cambiar de un momento a otro.
Es aquí donde la actividad de Shopper Marketing cobra relevancia y se vuelve un pilar en la estrategias de las marcas. Ahora bien, cuando esta actividad utiliza el análisis de Big Data para entender estas necesidades del consumidor y a cada consumidor, se generan estrategias y acciones tácticas que llevadas a la implementación tienen como consecuencia el éxito ante el shopper a la hora de elegir una marca u otra. Para lograrlo, las cadenas comerciales dependen menos de ciclos de productos cada vez más cortos para voltear a diferenciadores mucho más duraderos de la relación, basados en la experiencia del cliente, todo esto desarrollado mediante el uso estratégico de Big Data y su correspondiente análisis. Un aspecto que se vuelve relevante y a la vez muy poderoso es precisamente, ligar lo que sucede en el ecosistema digital y la información que se obtiene de cada consumidor, con lo que sucede en las tiendas, ya sean físicas o digitales. Es ahí donde está el gran reto para las estrategias de Shopper Marketing, pues cuando una marca lo entiende, invierte en ello y ejecuta acciones en el punto de venta basadas en los datos, el éxito se vuelve una consecuencia inmediata.