México, D.F. – Los medios de comunicación han ido diversificándose hasta llegar a utitilizar aparatos más reducidos en cuanto a dimensiones físicas. Aunque los teléfonos celulares son una evolución de los teléfonos fijos inventados hace más de un centenar de años, en la actualidad su principal función, hacer llamadas de voz, ha quedado desplazada por aplicaciones de mensajería instantánea, redes sociales, agencias de noticias, fotografía y video, entre otras. Lo cual ha llevado a que cada vez más empresas comerciales centren su atención en ellos.

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Datos arrojados por el Interactive Advertising Bureau (IAB) México, señalan que 84 por ciento de las personas en México mayores de 13 años cuenta con uno o dos celulares.

Por otra parte, la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) informa que el número de suscripciones a telefonía celular fue de casi 6 mil millones en 2011, dato que representa el 86.7 por ciento de la población mundial.

Algunos de los beneficios que un teléfono móvil tiene es que ayuda a acortar distancias, lo cual favorece interacciones entre personas, otra ventaja es la facilidad que brinda para tener acceso a información y el alto nivel de entretenimiento que ofrecen.

Comscore señala que el dispositivo móvil del cual se hacen más conexiones a Internet es por medio de celulares, razón por la cual las empresas han encontrado en este dispositivo una opción viable para llegar a más público. Una de las acciones encaminadas a este fin ha sido la creación de aplicaciones móviles enfocadas a una sola empresa, las cuales brindan información un poco más sintetizada, o bien reflejan por completo el sitio web la compañía.

Las aplicaciones brindan que el público que las adquiera este informado en todo momento de lo que pasa en el mundo o en cierto entorno, otro beneficios de las apps en teléfonos móviles es la retroalimentación que las empresas pueden tener acerca de su público.

Otro factor que favorece las aplicaciones en smartphones es la publicidad que viene en ellas, lo cual es una propuesta viable para hacer notar otra marca o servicio, siempre y cuando la publicidad no acapare el funcionamiento de una aplicación, es decir, que tenga el mismo nivel de importancia que la empresa en cuestión.