Esta tendencia se mantendrá en los próximos años. Mientras el uso de datos seguirá siendo un factor clave de decisión en las estrategias de mercadotecnia y ventas, el manejo y cuidado de la privacidad será sumamente importante en términos de construir la confianza.

¿Cuántas veces no recibimos promociones de bancos o de establecimientos comerciales donde nunca hemos adquirido algún producto? ¡Es realmente molesto ese tipo de invasión a nuestra privacidad! ¿Cómo es qué tal o cual banco tiene mis datos sin tener yo una cuenta en dicha institución bancaria?

Conforme vamos adoptando la tecnología digital, los datos que se generan por un lado les brinda a las compañías la oportunidad en mejorar su cercanía con el consumidor, para así comprender mejor sus hábitos de consumo y preferencias, y por otro lado la responsabilidad de mantener la privacidad de los datos. En muchos portales o Apps hemos dado click a la llamada ley de la privacidad y protección de datos, sin embargo, nos hemos llevado grandes sorpresas cuando nos han hackeado nuestras cuentas de Facebook, Instagram o el mismo WhatsApp.  

Estos datos, incluyendo el seguimiento de la ubicación donde nos encontramos, y otro tipo de información personal identificable, es información valiosísima para las empresas. Por ello es por lo que el manejo de datos es una guía para mejorar productos o servicios, así como personalizar la comunicación y publicidad de las marcas. De acuerdo con la firma McKinsey el valor total de la publicidad digital a nivel global se estima en alrededor de $300 billones de dólares.

Claramente los datos del consumidor están transformando los negocios, y las empresas deben ser responsables en el manejo de estos. De acuerdo con un sondeo realizado a 1,000 consumidores en EEUU. por la consultora antes mencionada, para determinar cuál es su percepción sobre las regulaciones, hackeos, comunicaciones, entre otros, se les preguntó sobre la confianza que le tienen al comercio donde adquieren sus productos.

La mayoría de las respuestas demostraron que los consumidores son cada vez más cautos al compartir sus datos personales, sin embargo, son más proclives a compartir sus datos personales a organizaciones con las que interactúan regularmente, en mayor medida con instituciones financieras y de salud, no obstante, ninguna industria alcanzó más del 50 por ciento de confianza en la protección de los datos.

Las industrias que les siguieron -a las financieras y de salud- en cuanto a confianza, fueron farmacéuticas en un 22 por ciento, empresas de energía 19 por ciento, tiendas de autoservicios 18 por ciento, tecnología y electrónica 17 por ciento.  

La falta de confianza es comprensible dadas las crecientes infracciones y multas que los gobiernos han impuesto a las empresas. Los niveles de datos expuestos son abismales, en dos infracciones una gran corporación hizo publica la información de más de 3 mil 500 millones de datos.

El crecimiento de multas y la exigencia de los consumidores por proteger su privacidad y el control de la información, ha motivado a que los gobiernos desarrollen nuevos reglamentos para garantizar dicha protección de datos, así como la implementación de herramientas digitales para que los consumidores protejan sus datos. Uno de cada diez usuarios de internet en el mundo activa un software para prevenir que las compañías monitoreen su actividad “Oline”. La gran mayoría de los encuestados-el 87 por ciento- expresaron que no harían negocio o comprarían productos si tenían dudas sobre sus medidas de seguridad. El 71 por ciento, dijeron que dejarían de hacer negocio con aquella empresa que compartiera datos sensibles sin su permiso.

Si bien las empresas, particularmente las áreas de marketing están aprovechando de manera muy efectiva los datos del consumidor para lograr mayor “engagement” y así mayores ventas, también como consumidores debemos ser muy cautelosos a quién le estamos proporcionando nuestros datos personales de acuerdo a la marca o empresa y las medidas de seguridad que esta ha establecido.