Todos en algún momento hemos dado discursos o hecho presentaciones, ya sea por gusto u obligación, por ejemplo, cuando somos estudiantes, pero, sin importar la razón, una presentación exitosa requiere de ciertos conocimientos.
Cualquier discurso o presentación debe de integrarse por: introducción, desarrollo y conclusión. Con base en esto, se recomienda que la introducción represente entre el 10% y el 15% de todo el discurso o presentación. ¡Por favor, no la hagas eterna!
Pero por qué es relevante cuidar la longitud y poner especial atención en la introducción, tiene 3 funciones básicas:
1. Atraer la atención de la audiencia
2. Crear empatía entre el vocero y la audiencia
3. Proveer las razones del por qué la audiencia tiene que escuchar al vocero
La introducción tiene un papel fundamental, es el “gacho” que determinará, en gran medida, el interés que la audiencia tendrá en una presentación o discurso, por lo que iniciar de forma equivocada puede traer grandes repercusiones.
A muchas personas les cuesta trabajo el inicio de un discurso o presentación, por lo que te comparto algunas tips que lo harán más sencillo:
1. Utiliza una cita
2. Haz una pregunta retórica
3. Cuenta una historia o anécdota
4. Recurre a una estadística impactante
5. Comienza con el título de tu presentación o discurso
6. Haz referencia a la ocasión, es decir, ¿por qué estás hablando?
7. Relaciona tu discurso a pláticas previas
8. Evita decir “antes de que comience”
9. Cuida decir los nombres correctamente
10. Nunca digas que preferirías estar en otro lugar
Para armar la introducción funciona contestar previamente las siguientes preguntas: ¿quién eres?, ¿de qué vas a hablar?, ¿qué orden tiene la plática?, ¿por qué es relevante que te escuchen?, ¿cómo vas a lograr que sea interesante?, entre otras.
Existen muchos tips y estrategias que pueden ayudarte a preparar un discurso o presentación exitosa, comenzando por la introducción, por lo que asesorarte con expertos es un gran recurso. De una buena presentación puede depender un ascenso, un cierre de negocio, ganar un pitch, etc.
Sin duda, cada parte de cualquier discurso o presentación es relevante, pero toma en cuenta que la introducción es tu carta de presentación, por lo que te sugiero que no le restes importancia.