La educación ha estado presente en los seres humanos desde tiempos inmemoriales. En la antigüedad, Sócrates y Platón la consideraban como un proceso de toda la vida. Esta premisa continĆŗa con fuerte presencia hoy en dĆa.
El mundo empresarial estÔ lleno de competitividad, eso es una constante. Por ende, la educación continua es considerada por varias instituciones académicas como único tratamiento para no quedarse rezagado en el campo profesional.
Harvard Executive Education seƱala en su sitio que la educación ejecutiva representa oportunidades para los lĆderes de negocio que buscan fortalecer sus habilidades, romper viejos patrones y descubrir nuevos acercamientos al mundo empresarial.
Por su parte, Cornell University indica que este tipo de desarrollo profesional ha arrojado buenos resultados en las empresas:
1.-Impulsa el cambio estratƩgico a travƩs de los negocios y las funciones en todo el mundo.
2.-Permite utilizar diversas tecnologĆas, espacios y metodologĆas para mejorar el rendimiento.
3.-Se destaca por su dirección en el proceso de aprendizaje para el lĆder y la organización.
4.-Expande las redes de negocios y la colaboración a través de atractivas experiencias sociales.
5.-Demuestra mayor eficacia a través de múltiples niveles: liderazgo empresarial, orientación académica y entrenamiento personal.
En tanto que para el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM),la educación continua agudiza la visión innovadora con una perspectiva global. Es el caso de la modalidad Executive MBA de este instituto, el cual se refuerza con cursos en el extranjero, donde se realizan visitas a empresas destacadas para conocer de cerca las prÔcticas de negocios de otras latitudes.
Este programa académico no sólo tiene incidencias positivas en el desarrollo profesional, también en el económico. De acuerdo a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en su estudio Panorama de la Educación 2015, los adultos de 25 a 64 años con niveles educativos mÔs altos tienen mÔs probabilidades de estar empleados comparado con los que tienen menos educación.
Sin embargo, el ITAM apunta que la educación continua estĆ” dirigida a egresados de cualquier carrera en los primeros aƱos de su vida profesional, ejecutivos en posiciones de gerencia media y lĆderes de negocio en busca de nuevas y mejores herramientas para aumentar su proyección y crecimiento empresarial.
La educación continua es un patrimonio personal. Invertir en él es preocuparse por un desarrollo integral que tendrÔ beneficios a largo plazo. Profesional que no se actualiza corre el riesgo de caer en la obsolescencia.