Una de las tendencias en diseño durante el último año es la del el diseño responsive, concepto aplicado principalmente en el mundo web, redes sociales y, en particular, al mobile. Pero no es algo nuevo, desde hace años la publicidad y la mercadotecnia han implementado este concepto en el desarrollo de logos para las marcas.
El “diseño responsivo” o “adaptativo” es una traducción del término en inglés de “responsive design”, acuñado por Ethan Marcotte en A List Apart, en 2010, y se refiere al diseño web que se adapta de manera automática a la plataforma en la que se acceda al contenido que se quiera visualizar.
Una de las aplicaciones de este concepto que más destacan es el diseño de un logo responsive, debido a que es importante que las marcas cuenten con una imagen tenga variantes de composición que le permitan adaptarse a diferentes espacios y plataformas, con el objetivo de llegar a mayores audiencias sin sacrificar sus valores o identidad.
Joe Harrison, especialista en diseño digital e interactivo, es uno de los que ha estudiado cómo marcas del tamaño de Coca-Cola, Nike, Disney, Kodak, Heineken o Guinness cuentan con logos adaptativos que se adaptan y modifican en función del escenario.
El diseño responsive o adaptativo puede aplicarse en cualquier área de la mercadotecnia, sólo es cuestión de creatividad y ejecutar bien el concepto creativo, un ejemplo de ello es el ejercicio realizado por el diario Correio da Manhã, el año pasado, cuando creó el primer anuncio responsive en su edición de papel, para promocionar sus nuevas características a nivel digital.
Otro campo del marketing en el que es aliado este concepto es en el email responsive, contenidos visuales en redes sociales y en contenidos multimedia como el video advertising.
Cabe destacar que los especialistas subrayan que una buena implementación de este concepto, garantiza a las marcas diversos beneficios como la reducción de costos, reforzamiento del engagement con las audiencias, y se incrementan las posibilidades de penetración del producto o la maca.
Esto se refuerza si se considera que se espera que los ingresos por concepto de comercio electrónico a nivel mundial alcancen los mil 181 billones de dólares, según datos de Statista; mientras la agencia eMarketer prevé que para 2019 esta cifra será más del doble al alcanzar los 3 mil 551 billones.