El ahora ex presidente Barack Obama es una persona que desde un principio luchó para consagrarse en el ámbito político. Proveniente de una familia que no pertenecía a la cúpula política, destacó por ser una persona con una trayectoria académica impresionante, habiéndose graduado como abogado en la Universidad de Columbia con el grado “Magna Cum Laude”, que reconoce un rendimiento académico sobresaliente, y obtener un excelente desempeño en su paso por la Universidad de Harvard. Es así que en el año 2004 logró obtener un escaño en el Senado de los Estados Unidos de Norteamérica por el Estado de Illinois donde empezó a distinguirse como uno de los candidatos más fuertes en la contienda presidencial al competir junto a la Senadora Hillary Clinton. Fue la primera vez que Obama utilizó la imagen pública como medio estratégico para aventajar a su rival, ya que muchos ciudadanos, políticos y empresarios no sólo de Estados Unidos si no del mundo, estaban escépticos por su triunfo. Sin embargo, el entonces candidato respondió con fuerza y rompió todos los paradigmas al convertirse en el Primer Presidente afro americano de su país un 20 de enero de 2009. Este logro atrajo a muchos a observarle de cerca para saber si sería capaz de presidir al país más poderoso del mundo y representar a un pueblo que estaba deseoso de verlo en acción como figura pública y política.
Crédito de Foto: Callie Shell
Esta fotografía es una de las más emblemáticas y mediática de su campaña. El equipo de Obama la utilizó con bastante atino y de forma subliminal, ya que enfoca el desgaste de las suelas de sus zapatos mostrando que fue un candidato que caminó y visitó gran parte de su país con el propósito de escuchar y conocer a su gente.
Un punto importante en materia de marketing político fue que sus asesores evitaron el uso de su segundo nombre “Hussein” por razones de índole política y social. En un país donde el presidente anterior George W. Bush dejó cierto descontento debido a su lucha contra el terrorismo islámico, por lo tanto este pequeño pero a la vez gran detalle, podría perjudicar la imagen de Obama ante la opinión pública en su campaña presidencial y en su carrera política.
Las imágenes en las que apareció Barack Obama estaban perfectamente estructuradas, ya que en estas se observa a un hombre servicial y solidario con sus ciudadanos, caballeroso y respetuoso con su esposa. También resaltó la difusión de fotografías que muestran su relación con actores prestigiados y estrellas deportivas, lo cual fue un gran acierto pues mejoró su imagen pública y mitificó algunas acciones políticas.
Crédito de foto: Sitio web Casa Blanca
Su sonrisa, carisma, porte e inteligencia denotan a un hombre perfectamente instruido en materia de protocolos y comunicación verbal y no verbal, lo cual se convirtió en su fortaleza ante la exhibición de sus actividades tanto personales como políticas ante los medios.
Respecto a la imagen pública y política, el ex presidente Obama fue un actor político que se distinguió por permitir el asesoramiento del personal encargado de su imagen en el transcurso de su campaña y en su mandato ya como presidente. De igual forma admitió un manejo estratégico de medios a través de fotografías en actos públicos y sociales, las cuales eran publicadas en sus redes y resaltaban la unión familiar, rubro en el que su esposa Michelle Obama fue una de las grandes protagonistas. Los Obama mostraron a la opinión pública su faceta como padres ejemplares, amorosos y responsables, por lo que su público los percibió como seres humanos y personas reales que además de llevar la responsabilidad de dirigir un país, también tenían un enorme compromiso familiar y social.
La familia presidencial logró que los ciudadanos americanos se identificaran y simpatizaran con él, que admiraran a su esposa y desearan tener el mismo vínculo familiar que los Obama proyectaban. Esta estrategia fue de gran impacto a nivel nacional e internacional, pues tanto norteamericanos como extranjeros se sintieron identificados con un hombre que era notable por diversas cualidades, no sólo por ser de los más influyentes a nivel mundial.
Obama fue uno de los presidentes que más usó la “ruptura de protocolo”, y aunque aparentaba hacerlo de forma espontánea, él y su equipo de asesores lo tenían todo perfectamente planeado. Este método pretendió mostrar a un presidente accesible o cercano a la gente, que podía modificar las reglas en ciertos momentos, lo que contrastó con la imagen de sus antecesores que se proyectaban un poco más como personas intocables y en ocasiones frívolas.Creó en el público la idea de una persona común, más no corriente debido a las situaciones en las que tuvo la oportunidad de acercarse a saludar o abrazar a personal de la Casa Blanca e incluso a convivir con niños, ancianos, discapacitados o militares promoviendo así la humildad, la unión y el compañerismo en su entorno, lo cual generó poder mediático a su figura de líder y creó la esperanza de lo que tanto anhela su nación: unión y fraternidad.
Ha sido uno de los pocos políticos que supo manejar su imagen física a la perfección adaptándola a cada situación bajo las necesidades específicas de cada momento. En la mayoría de las ocasiones optó por usar trajes y camisas hechos a la medida de una de sus marcas favoritas: Ermenegildo Zegna. Los trajes en color negro, azul marino y gris Oxford fueron distintivos, así como un estilo y corte tradicional óptimo para un político. Estos le dieron una apariencia tradicional y a la par proyección de seguridad, optimismo y fuerza. Obama se inclinó por el uso del clásico traje estilo americano con el fit adecuado para su forma de cuerpo, en su caso de triángulo invertido con la espalda más ancha que sus caderas y torso largo acorde a su 1.85m de altura, con cortes rectos y sacos de doble botonadura. El ex presidente solía llevar el saco abotonado al presentarse en actos públicos y ceremoniales denotando una personalidad formal y elegante, así como cuidadosa con los no sólo en el vestir, sino también en su vida personal y profesional.
En cuanto a sus camisas, eran en su gran mayoría de color blanco, expresando pureza, paz y honestidad, así como algunas en colores muy neutros y claros como el azul y lila las cuales utilizaba con el propósito expresar o proyectar accesibilidad, principalmente en momentos de crisis para generar calma.
El punto fuerte de Obama, y de cualquier político, son las corbatas las cuales tienen el efecto de dar poder medio poder o accesibilidad a quien las porta dependiendo del acto o discurso que se desea transmitir. Una de las características básicas es saber en qué lugar, cuándo y con quién se va a usar cada tipo o color de las mismas. El ex presidente Obama las portaba con mucha elegancia y en colores que además de formar parte de su colorimetría (en su caso invierno) le ayudaban a transmitir con mayor enfoque sus discursos lo que proyectaba para él mayor seguridad.
Recordemos que la vestimenta de un político es parte esencial de su imagen, de ésta depende en gran medida la credibilidad que genere y la seguridad, comodidad y autenticidad que proyecte eh igualmente le ayudar a crear coherencia en su discurso a través de un mensaje visual que impacte en las emociones que desea generar.
El ex presidente Barack Obama pasará a la historia como uno de los mandatarios más carismáticos, populista y humanista, así como el primero en abrir la brecha en el uso de la imagen política y pública con fines estratégicos y marketing en las redes sociales, más que como un presidente con gran fuerza política.
Colaboración especial por: Emmanuel Licon, Asesor de Imagen Pública