La cadena de noticias CNN envió el 23 de junio a Bill Hennessy, quien se desempeña como dibujante en el Tribunal Supremo de Estados Unidos, para que ilustrara lo que pasaba en la conferencia de la Casa Blanca, en la que fue prohibida la presencia de cámaras en las últimas semanas.
Tras la reducción de encuentros con los periodistas del portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, y la imposibilidad de retransmitir imágenes, la CNN optó por la creatividad del dibujante para ilustrar la conferencia de prensa.
Al igual que los dibujos del Tribunal Supremo, en el que están prohibidas las cámaras, la cadena quiso representar la rueda de prensa en la que el gobierno del presidente del país, Donald Trump, da explicaciones a sus políticas y sus decisiones.
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Esta práctica es común en Estados Unidos, ya que es ilegal grabar juicios y los medios han utilizado a sus dibujantes para ilustrar los casos a los espectadores que no lo pueden presenciar en el tribunal.
Hennessy dibuja en el Tribunal Supremo y ha ilustrado procesos como el juicio político al presidente Bill Clinton por su papel en el escándalo sexual que protagonizó en 1998 con Mónica Lewinsky, pero no es habitual que haga su trabajo en la mansión presidencial.
La cadena, además, compartió el dibujo y alentó a otros medios de comunicación a utilizarlo para informar sobre la rueda de prensa con Spicer.
Los secretarios de prensa de los presidentes, tanto demócratas como republicanos, mantienen ruedas de prensa con cámaras desde hace 25 años, pero Trump ha amenazado con ponerles fin y su equipo ha minimizado esos encuentros con los periodistas, en una muestra de la tendencia al secretismo en la nueva Administración.
En lo que va de mes, Spicer y Sarah Huckabee Sanders, portavoz adjunta de la Casa Blanca, solo han mantenido cuatro sesiones informativas a cámara.
En los últimos meses, el equipo de comunicaciones de la Casa Blanca, que Trump se plantea cambiar, ha reducido el número, acortado la duración y minimizado el acceso a sus conferencias de prensa, que ya no siempre son diarias.
Spicer ha tenido una relación combativa con la prensa desde su primer día en el cargo, el 21 de enero, cuando se estrenó en el podio para fustigar a los periodistas por su cobertura de la investidura del presidente en la jornada anterior.