Belle Gibson es una de las primeras y más tristemente célebres influencer en la breve pero nutrida historia de este tipo de referentes de marca.
En el año 2015 se hizo “famosa” (más famosa de lo que ya era) porque se descubrió que simuló padecer cáncer para tener más seguidores en Instagram. Por entonces, ni siquiera era considerada una influencer ya que no se había acuñado el término como tal, sino que se hablaba de “bloguera”.
En septiembre de 2017, Gibson, de origen australiano, recibió una multa equivalente a 330 mil dólares por parte del gobierno de su país por “engañar” a sus seguidores en relación con la donación de dinero a organizaciones benéficas.
Había sido declarada culpable de varias infracciones de las leyes de defensa del consumidor.
El juez no consideró que hubiera cometido un delito penal, ya que entendió que pudo haberse creído “de manera genuina” que tenía alguna enfermedad y “delirado” sobre su salud.
La influencer llegó incluso a engañar a Apple, ya que la compañía de Cupertino la apoyó promocionando una app de salud que lanzó Gibson para ayudar a las personas con padecimientos como los que supuestamente ella tenía.
La app incluía una dieta que la había “ayudado” a salir de un cáncer cerebral, que luego se supo que nunca tuvo.
En ese momento Apple se interesó en su caso y, como el resto de los seguidores de Gibson, fue estafada.
Fue un escándalo. Ya que la influencer recolectó en un año y medio más de medio millón de dólares a partir de la app y de libros que vendió. Incluso la app estuvo integrada en el recién lanzado Apple Watch.
El documental de la BBC analiza la historia de la influencer desde el punto de vista de las verdaderas víctimas del engaño: las personas con padecimientos de salud que vieron en Gibson un modelo de inspiración que resultó ser falso.
Kylie es una de las que relata su historia. Cuenta que llevaba seis meses de tratamiento de quimioterapia cuando descubrió a la influencer y la vio como un apoyo psicológico. Luego se desmoronó cuando supo que era todo un fraude.
Influencer, apogeo y caída
En 2013, Gibson tenía 300 mil seguidores, lo que era un verdadero récord para la época.
En sus publicaciones, Gibson decía que le quedaban sólo cuatro meses de vida y que se curó gracias a la alimentación saludable que promocionaba.
El documental (Bad influencer: The Great Insta Con) habla también de la industria del bienestar, que en ese momento estaba en auge y que ahora vale más de 2 billones de dólares en todo el planeta.
El libro y la aplicación de Gibson, llamada “The Whole Pantry”, estaban respaldados por Penguin, una de las mayores editoriales del mundo, además de por el gigante tech Apple.
En la actualidad, el influencer marketing es uno de las más importantes fuentes de ingresos para las marcas, sin embargo, este ejemplo debe tenerse muy en cuenta a la hora de planear estrategias de este tipo, porque todo puede salir muy mal.