• Lisa Brennan-Jobs, actualmente de 41 años, fue concebida cuando Steve Jobs tenía 23.
• El exCEO de Apple es recordado como una persona insistente en sus inventos, creativo, pero también de una personalidad compleja y perfeccionista.
• Esto es lo que los mercadólogos pueden aprender de Steve Jobs

El 6 de mayo de 1998 comenzaba la historia moderna de Apple con la presentación de iMac. El primer gran éxito de Apple en el nuevo camino iniciado por la compañía bajo la dirección de Steve Jobs, marcó el inicio de todo.

Durante los años posteriores llegaron la MacBook, iPod, iPhone, iPad, Apple Watch, AirPods… Pero iMac marcó un antes y un después para la Gigante de Cupertino.

En ese momento las computadoras estaban diseñadas únicamente como equipos de oficina y eran bastante feas. Entre aquella monotonía, iMac destacó con diseño que parecía traído del futuro: una carcasa transparente y azul que poco después añadiría nuevos colores.

iMac popularizó el USB y Apple consideró que ya era hora de deshacerse de un medio de almacenamiento: el diskette.

Es por todo eso y más, que Steve Jobs es uno de los líderes mundiales que aún muerto continúa generando respeto y admiración. El exCEO de Apple es recordado como una persona insistente en sus inventos, creativo, pero también de una personalidad compleja y perfeccionista. Hasta ahora.

Su hija, Lisa Brennan-Jobs, está a punto de publicar sus memorias en el libro “Small Fry”, que busca contar anécdotas que dan cuenta de lo despiadado que su padre podía llegar a ser.

Lisa Brennan-Jobs, actualmente de 41 años, fue concebida cuando Steve Jobs tenía 23. Sus padres se conocieron durante el bachillerato en Cupertino. Durante mucho tiempo Jobs le negó la paternidad pese a una prueba de ADN y no la apoyó económicamente.

Brennan-Jobs asegura en fragmentos que su padre la obligó a presenciar escenas íntimas de él con su madrastra, en las que tocaba los pechos y muslos de su pareja delante de la niña que tenía sólo 9 años de edad en ese momento. Así se puede ver en una entrevista que le concedió a The New York Times.

El hermanastro de Lisa Brennan-Jobs, Powell Jobs y la hermana de Jobs, Mona Simpson enviaron al un comunicado al mismo medio, en el que aseguran que “Lisa es parte de nuestra familia, por lo que nos dio tristeza leer su libro, ya que difiere de manera dramática de nuestras memorias de esos tiempos. Su retrato de Steve no es el del esposo y padre que conocimos. Steve amaba a Lisa y se arrepentía de no haber sido el padre que debía ser durante su niñez. Fue muy reconfortante para Steve que Lisa estuviera en casa con todos nosotros en los últimos días de su vida y todos agradecemos el tiempo que pasamos juntos como familia”.

En tanto, ella relata cómo su padre utilizaba la seguridad económica para confundirla o asustarla: “A veces decidía, al último minuto, no pagar por algo y se iba de restaurantes sin pagar la cuenta”.

Esto tiene un impacto en la marca personal de Jobs, aunado a la importancia y magnitud del personaje para diversos productos que siguen sacando provecho del embajador de marca de Apple. Incluso para la Gigante de Cupertino tiene relevancia, pues han retomado su filosofía y videos en diversas ocasiones, como una referencia de lo que la empresa es en sus raíces.