Internacional.- El siniestro vial que terminó con la vida del actor estadounidense de Rápido y Furioso, Paul Walker, sigue dando de qué hablar. En este caso, porque la hija demandó a Porsche aduciendo que el auto sufría un defecto de diseño.
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Meadow Rain Walker, hija de Paul Walker, el actor de Rápido y Furioso que murió en noviembre de 2013 manejando un Porsche, basa su demanda en supuestos fallos de diseño. Sus abogados aseguran que el coche carecía de medidas para proteger a los ocupantes y de sistemas para evitar un incendio tras la colisión.
La viuda del conductor y un amigo de Paul Walker que también falleció en el accidente, ya interpusieron una demanda similar en 2014 que no prosperó.
En la nueva demanda, se pide una indemnización por un monto no especificado. Los abogados aluden que los problemas de diseño del Porsche Carrera GT mantuvieron al actor atrapado cuando chocó y luego se incendió.
El auto era conducido por su amigo y socio comercial, Roger Rodas, cuando se salió de control e impactó contra tres árboles. Ocurrió en Santa Clarita, California.
Asimismo, la demanda plantea que el vehículo (comercializado como un auto de carreras legal para conducirse en calles) carecía de un sistema de control de estabilidad adecuado y de medidas para proteger a los ocupantes.
“De no existir esos defectos en el Porsche Carrera GT, Paul Walker estaría hoy con vida”, asegura la demanda firmada por la hija.
Según la demanda, el Porsche no iba a 180 km por hora, como se especuló en algún momento, sino entre 101 y 114 cuando se salió de control.
El 12 de septiembre, precisamente la hija de Walker publicó en Facebook una fotografía de la infancia en la que se la ve junto a su padre.