Todos los que venden transporte quieren nuevos clientes. Esto es un hecho, y cada cliente es dinero. Tan sólo una aplicación como Uber ha ganado 300 mil suscripciones en la Ciudad de México, 100 mil en Guadalajara y otros tantos miles en la ciudad de Tijuana. Cabify, empresa española también gana terreno porque ofrece mejores precios y un servicio ejecutivo VIP.
La fórmula de mercadotecnia es muy sencilla: Ofrecer lujo a precios accesibles, un chofer democrático que es de todos y buen servicio a costo alto. Es sentido común y una receta. Un servicio bueno, precio justo y una tendencia clara para lo que viene en servicio “Affordable luxury”, este es el secreto, alcanzar el lujo con precios accesibles. Esto es un logro que han generado este tipo de aplicaciones y lo que es del César, al César. Nadie les puede quitar este precedente.
Por otro lado están los taxistas. El oficio, la profesión y la legalidad, pagan cada año impuestos y revistas -también mordidas. Años de dedicación y generaciones que luchan cada día por ganarse “la Chuleta o el trabajo”. Trabajan al día y están regulados por el gobierno d ella ciudad, son familias que dependen de ellos. Qué calamidad. Al final, todo se resume a un choque entre la modernidad contra la tradición. El choque es inevitable y lógico. Es la “posmodernidad” que ya llegó.
Otro actor es el gobierno, la regulación y la leyes. Ambiguas y con lagunas como muchas veces. La realidad es que el gobierno es incompetente ante esta situación, no sabe en realidad a lo que se enfrentan. Es como si les hablaran en otro idioma, no saben qué hacer y por qué, por un lado tienen los intereses de los líderes taxistas que son operadores políticos y que convocan para que voten por sus partidos, aquí entonces el manifiesto del fondo de esta disputa de mercado:
- Muchos dicen que las regulaciones y las leyes deben de proteger al consumidor, si no es así, no sirven.
- La tradición es defender al oficio, a las familias y lo conservador lo que protege a lo trabajadores.
- El estado o gobierno tiene como función mantener el poder, pese a todo y hasta con la fuerza.
- La movilidad es una tendencia de mercado y de estilo de vida inevitable y quizá la más auténtica e imparable.
- El dinero siempre será el que manda.
- El buen servicio es dinero en efectivo. Y Muchas veces muchos no lo entienden. lo que es lamentable.
